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Reportaje:

Jorge Díaz Serrano será sometido a juicio por un fraude cometido cuando era director general de Pemex

El senador Jorge Díaz Serrano será sometido a juicio por un fraude de 5.000 millones de pesos, cometido mientras desempeñaba el cargo de director general de Petróleos Mexicanos (Pemex). La Procuraduría de la República ha hecho llegar al Congreso una voluminosa documentación de 115 folios y 69 anexos a fin de que le sea levantada la inmunidad parlamentaria. El hombre que gozó durante cuatro años de la máxima confianza del ex presidente José López Portillo se ha convertido en los últimos meses en el principal objetivo de la campaña moralizadora del actual Gabinete, apoyado en esta ofensiva por la Prensa y la oposición.

Una comisión integrada por congresistas del PRI (Partido Revolucionario Institucional) y cinco partidos opositores le notificó en su domicilio la apertura del procedimiento, apercibiéndole de que no puede abandonar el país ni modificar la situación jurídica de sus bienes por las responsabilidades civiles que puedan derivarse de la causa.En la práctica mexicana esto equivale a un virtual arresto domiciliario. Se da por seguro que será anulado su fuero de senador para ser entregado al juez. El fraude del que se le acusa está relacionado con la compra de dos buques para transporte de gas, el 30 de abril de 1980, con un sobreprecio de 34 millones de dólares (unos 4.900 millones de pesetas).

Pemex había abierto el año anterior un concurso restringido para la adquisición de dichos barcos. Los astilleros belgas Boelwerf, SA, con sede en la ciudad de Teinse, ofrecieron, por 124 millones de dólares, un buque a punto de terminarse y otro en fase de construcción.

Una de las especificaciones técnicas del citado concurso establecía que el peso muerto de los barcos no debía exceder las 30.000 toneladas. Los que ofrecía Boelwerf, SA, tenían 37.000, razón por la que no prosperó inicialmente la operación.

Lo que no pudo llevarse a cabo directamente se realizaría meses después por medio de la compañía interpuesta Navigas International, compañía fantasma domiciliada en Monrovia (Liberia) y dirigida por Herman Sauer, un danés domiciliado en España, según la documentación que ha facilitado la Procuraduría del país azteca.

Los contratos de compraventa entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y Navigas International se firmaron el 30 de abril de 1980 por un importe de 158 millones de dólares, actuando como testigo un representante de los astilleros Boelwerf, SA.

En el momento de la firma la empresa Navigas International ni siquiera era propietaria de los buques. Sólo 19 días más tarde compró en 62 millones de dólares el primer barco, después de haber recibído 79 millones por parte de Pemex.

Investigación suspendida

La operación fraudulenta costana a la empresa mexicana de petróleos otros 25 millones de dólares adicionales, ya que se vio obligada a recurrir al mercado financiero internacional para conseguir un crédito a corto plazo muy oneroso. Los astilleros Boelwerf, SA, habían ofrecido en su propuesta inicial un contrato de arrendamiento financiero, con opción de compra, a un plazo de 15 años y un interés del 11,5%.El director general de Petróleos Mexicanos recibió del departamento financiero las pruebas irrefutables del fraude 15 días después de haber pagado el último barco. Lejos de perseguirlo, suspendió la investigación y ordenó que se prepararan los documentos necesarios para regularizar la operación ante el Gobierno federal.

El consejo de administración fue informado de que en los meses de mayo y junio de ese año no se habían contratado créditos, cuando Pemex había tenido que recurrir a los préstamos mencionados para pagar los dos buques.

Nuevas denuncias

Este procedimiento penal es a todas luces sólo el comienzo de una investigación mucho más amplia. El líder del Partido Mexicano de los Trabajadores, Heberto Castillo -implacable perseguidor de Jorge Díaz Serrano-, ha declarado que los fraudes cometidos por el senador durante sus cuatro años de gestión al frente de Pemex ascienden a más de 15.000 millones de dólares (2,1 billones de pesetas).Una denuncia por desaparición de petróleo valorado en 10.000 millones de dólares se encuentra depositada en la Procuraduría desde hace varios meses con la firma de todos los dirigentes de la oposición.

Observadores mexicanos entienden que la Procuraduría ha optado por este expediente de los barcos por ser el más evidente para el levantamiento de la inmunidad parlamentaria de Díaz Serrano. Pero no se ha hecho otra cosa que destapar la alcantarilla de Pemex.

Este caso tiene especiales connotaciones políticas por ser Díaz Serrano amigo personal del ex presidente José López Portillo, que le destituyó del cargo en junio de 1981 bajo presiones de su gabinete económico, del que formaba parte Miguel de la Madrid -actual presidente-, pero que a continuación trató de ponerle a salvo de investigaciones inoportunas nombrándole primero embajador en Moscú y luego candidato al Senado por el partido gubernamental. Las acusaciones contra el senador de Sonora apuntan por elevación hacia el propio López Portillo.

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