Daimler anuncia 13.000 despidos y se plantea la venta de su filial Chrysler
El grupo Chrysler afronta un futuro incierto. El tercer fabricante estadounidense de coches anunció ayer el despido de 13.000 empleados, el equivalente al 16% de la plantilla en norteamérica. El objetivo del nuevo plan de reestructuración es recuperar la rentabilidad de la compañía en 2008. Y por primera vez, la matriz alemana Daimler no excluye desprenderse de la división estadounidense.
Daimler y Chrysler se integraron en 1998 en lo que se calificó como una fusión entre iguales. Los inversores en Europa están presionando a la ejecutiva a actuar para contener la crisis. El grupo no excluye "ninguna opción", pero antes de plantearse la venta de Chrysler o forjar algún tipo de alianza, quiere intentar revitalizar su división estadounidense y su cotización bursátil.
Siguiendo los pasos de General Motors y Ford, Chrysler anunciaba un drástico plan de reestructuración para reducir la capacidad de producción en 400.000 unidades, lo que se traducirá en el despido de 13.000 empleados en Norteamérica y el cierre de una planta de ensamblaje. El grupo cuenta en la actualidad con 94.800 empleados en EE UU y de sus fábricas salen entorno a 2,7 millones de vehículos al año.
Cerró 2006 con unas pérdidas de 1.118 millones de euros, frente a un beneficio de 1.534 millones en 2005. En el cuarto trimestre, perdió 124 millones, con lo que incumple el objetivo de cerrar los últimos tres meses del año con ganancias. Las ventas cayeron entre tanto un 5%, lo que junto a las rebajas de precios provocó que sus ingresos bajaran hasta los 47.100 millones.
El plan de recuperación y transformación se ejecutará hasta 2009 y espera recuperar las ventas en un 2,5% para ese año, además de lograr unos ahorros de 3.500 millones. Chrysler prevé invertir en paralelo 2.300 millones en el desarrollo de nuevos motores, transmisiones y ejes, que integrará en una veintena de nuevos vehículos y una decena de modificaciones.
