Deutsche Bank teme que la devaluación de activos le impida cumplir sus previsiones
El Deutsche Bank, el primer banco de Alemania, admitió ayer en un informe que sus previsiones para el ejercicio de 2008, realizadas hace pocas semanas, pueden pecar de optimistas ante la extensión de la crisis financiera. La entidad cree probable que tenga que hacer nuevas provisiones para cubrirse de posibles impagos en los préstamos para adquisiciones con deuda. Según Deutsche Bank, el volumen de préstamos otorgados de este tipo ronda los 36.000 millones de euros.
Los inversores endeudados solían acudir al mercado de financiación a corto plazo, ahora seco por la crisis, para hacer frente a los vencimientos de deuda. Y el deterioro del precio de esos activos hace que su venta tampoco sea suficiente para afrontar los pagos.
Hasta ahora, Deutsche Bank había salido casi indemne de la crisis originada por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses. En su cuenta de resultados de 2007, cargó 2.200 millones en provisiones por préstamos para la compra apalancada de activos y por la devaluación de títulos de deuda que tenía en cartera, y que estaban respaldados por las hipotecas de alto riesgo. Un impacto mucho menor que los 12.000 millones que declaró el banco suizo UBS, o los 14.000 millones que admitió el estadounidense Citigroup.
14 millones de sueldo
El objetivo que Deutsche Bank cree ahora en peligro por la crisis financiera era alcanzar un beneficio antes de impuestos de 8.400 millones en 2008. El año pasado, la entidad alcanzó un beneficio neto récord de 6.500 millones de euros, un 7% más que en el ejercicio precedente.
La información sobre un posible deterioro en los resultados del banco llevó a la acción de Deutsche Bank a bajar un 2% en la Bolsa alemana.
El banco informó también de que el presidente de la entidad, Josef Ackermann, cobró el año pasado casi 14 millones de euros, lo que le sitúa entre los empresarios mejor pagados de Alemania. El incremento de la remuneración del presidente, un 6%, estuvo en línea con la ganancia neta del banco. La suma total pagada a los cinco miembros del comité directivo (que incluye a Ackermann) alcanzó los 33,18 millones.
