_
_
_
_
_

EE UU y el FMI advierten de que la guerra de divisas pone en riesgo la recuperación

Geithner adelanta que la cumbre del G-20 y el Fondo tratarán de convencer a los países desarrollados para que actúen con más flexibilidad

Si hasta hace unos días el foco de atención de la actualidad económica giraba en torno a la crisis de déficit y la consolidación fiscal, ahora la llamada "guerra de divisas" se abre paso con fuerza hasta las primeras páginas de los periódicos y amenaza con copar los debates en los foros internacionales como la próxima cumbre del G-20 y el FMI de esta semana. El origen del conflicto, que según han advertido EE UU y el FMI puede poner en riesgo la recuperación, está en la insistencia de China en mantener su moneda por debajo de lo que, según la opinión de los países occidentales, es su valor real. Pero en las últimas jornadas, varios países en desarrollo como Brasil o Corea se han sumado al carro con medidas para debilitar sus respectivas divisas. El objetivo de todos ellos es el mismo: no permitir que la revalorización de sus respectivas monedas dañe las exportaciones.

Como resultado de las tensiones aparecidas en los mercados de divisas, el euro, condicionado por la debilidad del dólar, ha tocado hoy los 1,39 dólares por primera vez desde febrero, al mismo tiempo que alcanzaba frente a la libra su nivel más alto en cuatro meses. Otra moneda que está en una imparable escalada es el yen japonés, que pese a los esfuerzos del Banco Central de Japón ha subido hasta marcar un récord en 15 años.

Tras la infructuosa reunión de ayer entre los representantes económicos de la eurozona y el primer ministro chino, Wen Jiabao, hoy ha sido el FMI y el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, quienes han vuelto a la carga contra las medidas proteccionistas de los países desarrollados en materia de divisas. Aunque Geithner se ha cuidado mucho de no mencionar a China, sí ha advertido de que la excesiva devaluación de las monedas de estos Estados puede poner en riesgo la recuperación económica mundial.

Durante los últimos meses, el Congreso estadounidense ha criticado que el Gobierno de Barack Obama no ejerza una mayor presión sobre China, país al que acusa de mantener su divisa artificialmente baja para favorecer las exportaciones. China anunció este verano que dejaría fluctuar más libremente el yuan, pero desde entonces apenas si se ha revalorizado un 2%.

En un discurso que pronunció el secretario del Tesoro en la Brookings Institution, en Washington, Geithner ha afirmado que controlar férreamente la cotización de las monedas implica grandes riesgos para los países que la acometen. Según ha explciado, mantener artificialmente baja la cotización "puede causar inflación y generar burbujas (de crecimiento) en las economías emergentes", aunque también "puede frenar el crecimiento del consumo y crear distorsiones a corto plazo, a favor de las exportaciones". "Cuando economías de gran tamaño con tipos de cambio devaluados actúan para evitar la apreciación de sus monedas, esto anima a otros países a hacer lo mismo, y eso crea una dinámica peligrosa", ha dicho el secretario del Tesoro de EE UU. La primera potencia mundial es uno de los países que más está sufriendo la competencia de China para exportar sus productos aunque, en su caso, el dólar se mantiene débil y podría afrontar más descensos con respecto a otras monedas de referencia como el euro o el yen.

Geithner ha añadido que uno de los objetivos de EEUU en la reunión del FMI y del Banco Mundial de los próximos días será "convencer" a las naciones de que sean más flexibles con las cotizaciones de sus monedas. "Es mejor resolver estos temas en el contexto multilateral, y no dejar la solución solo sobre los hombros de Estados Unidos", ha recomendado.

En una rueda de prensa paralela, el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, ha reconocido hoy que la excesiva apreciación de las monedas afecta a muchos países emergentes, y que este tendrá que ser uno de los asuntos que aborde el G20, que se ha convertido en el principal foro de colaboración económica multilateral. En su opinión, conseguir un crecimiento mundial más equilibrado se necesita que algunos países emergentes "aprecien sus monedas frente a las divisas de muchos países desarrollados", y ha citado en concreto la necesidad de que el yuan chino se aprecie frente al dólar estadounidense.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_