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EE UU acelera su crecimiento gracias a los incentivos fiscales

La economía de EE UU es más resistente a la crisis de lo que se pensaba, y despunta incluso del resto de las potencias occidentales, acechadas por el fantasma de la recesión. Su PIB crece a un ritmo del 3,3% si se anualiza el aumento del segundo trimestre, casi un punto y medio más de lo que se anticipó hace un mes. Un repunte que se debe al efecto catalizador de las exportaciones y de los incentivos fiscales. El dato aún no es definitivo, pues habrá una tercera revisión.

Los males de Wall Street no parecen haber afectado tanto al resto de la economía durante la pasada primavera. A pesar de que el origen de la crisis que se desató hace un año se sitúa en el mercado hipotecario de EE UU y su contagio al sistema financiero, la paradoja es que las afectadas son las otras grandes economías occidentales. Japón, Francia, Alemania y Reino Unido rozan ya la recesión.

Sin embargo, el repunte del crecimiento en EE UU es el mayor incremento desde el tercer trimestre de 2007 y es significativo si se compara con el 0,9% del primer trimestre y con la contracción de dos décimas registrada entre octubre y diciembre de 2007. Aún así, tanto la Reserva Federal como la Casa Blanca ya esperan un debilitamiento para final de año. La caída de los precios de las propiedades y las persistentes tensiones en los mercados financieros amenazan con romper la tendencia.

El punto fuerte de EE UU está en este momento en las exportaciones, que impulsadas por la depreciación del dólar crecieron un 13,2%. Sin embargo, los analistas prevén que las ventas en el extranjero empezarán a caer en un futuro no muy lejano, debido a la ralentización económica en Japón y Europa. Las importaciones bajaron un 7,6% -algo más de lo esperado- lo que indica que los estadounidenses están gastando menos fuera de sus fronteras. La balanza comercial aportó así 3,1 puntos al cálculo crecimiento, lo que compensa el debilitamiento de la demanda interna, que creció un tímido 1,7%.

El parón en el sector inmobiliario se materializó en una caída del 15,7% en la inversión residencial, que se comió más de medio punto del PIB. El gasto empresarial creció entre tanto un 2,2%, y los beneficios corporativos un tímido 1% en el trimestre, aunque caen un 5,9% frente al segundo trimestre de 2007.

Los inversores en Wall Street recibieron la noticia con subidas desde primera hora de la mañana en Nueva York. El índice Dow Jones subió un 1,8%. Las bolsas europeas respondieron también de manera positiva a los excelentes datos provenientes de EE UU. El Ibex 35 subió un 1,59%, hasta los 11.662 puntos, y tuvo su cuarta mejor sesión de agosto. Los demás índices europeos también se apuntaron a la fiesta y, tras conocer la noticia que llegaba del otro lado del Atlántico, registraron claras subidas, cercanas al 2%.

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