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EE UU pondrá a los fondos de alto riesgo bajo supervisión

Geithner pide nuevas "reglas del juego" y una única agencia de control. -Los bancos deberán aumentar sus dotaciones de capital en épocas de mucho crédito

El secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, ha detallado en el Congreso su plan para ampliar la regulación de los mercados financieros y todos los agentes que intervienen en él, sean o no bancos. Entre las novedades, el jefe de la política económica de la Casa Blanca ha abierto la puerta a que los fondos de inversión de alto riesgo -los conocidos como hedge funds y que se encuentran entre las sociedades de Wall Street que más beneficios y renumeraciones pagan a sus directivos a pesar de la crisis- pasen a ser supervisados de forma estricta por el Gobierno, que continúa su ofensiva para poder intervenir en las empresas que puedan poner en peligro el sistema.

Según ha explicado Geithner, que ya pidió el pasado miércoles a la Cámara de Representantes una ampliación de los poderes de la institución que dirige para hacer frente a los efectos de las turbulencias financieras, se necesitan "nuevas reglas de juego y no modestos parches". La crisis, ha recordado, se gestó por una regulación "inestable y frágil", por lo que ahora "necesitamos normas más duras de apertura, transparencia y sentido común".

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En este sentido, el secretario del Tesoro ha adelantado que el primer paso será decidir una única entidad con la responsabilidad de asegurar la estabilidad sistémica sobre las grandes instituciones y sobre los sistemas críticos de pagos y compensaciones, ha entatizado antes de añadir que los detalles se irán conociendo las "próximas semanas". Las hipótesis que circulan por el mercado apuntan a que esta tarea recaerá en la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés).

Geithner quiere que el Congreso apruebe su plan para intervenir en compañías que escapan a la legislación federal, sociedades de seguros, hedge funds y fondos multimillonarios como Citadel Group y firmas privadas de inversión y gestión de patrimonios como Carlyle Group o Kohlberg, donde se negocian algunos de los productos más sofisticados y complejos. De hecho, también quiere obligar a los fondos que manejan activos superiores a cierto volumen, deberían ser obligados a registrarse ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).

Se acabó el escoger supervisor

"Los productos financieros e instituciones deberán ser regulados por la función económica que tienen en el conjunto del sistema y los riesgos que representan, no por su forma legal", ha advertido. "No podemos permitir a las instituciones escoger a su antojo entre varios reguladores y cambiar en función de donde tenga los estándares más bajos de control", ha reseñado.

Asimismo, ha propuesto que se obligue a las grandes entidades a reforzar su capital, a reducir los préstamos, o que tenga incluso capacidad para tomar el control de la gestión de las entidades en caso de problemas. En este marco, también obligaría a los bancos a incrementar sus dotaciones de capital en momentos de gran auge del crédito. En su comparecencia, el secretario del Tesoro ha hecho un duro diagnóstico de lo acontecido en los últimos años, en el que el boom en el mercado inmobiliario y en el crédito cegó a las entidades, que buscaban beneficios a corto plazo, lo que desbordó la capacidad de supervisión del Gobierno y dejó a los ciudadanos desprotegidos.

"Necesitamos una supervisión más fuerte y uniforme para todos los productos financieros dirigidos a los consumidores y a los inversores, y un endurecimiento de las reglas para asegurarnos de que todos los que violan la confianza pública rindan cuenta de sus actos", ha enfatizado. En su opinión, hay que llevar a cabo "una reforma fundamental que permita crear un sistema más fuerte y estable, con una mayor protección para los consumidores y los inversores, y un marco de supervisión más simple y compacto".

Estas medidas, así como la necesidad de evaluar los riesgos del sistema y los excesivos bonus a los directivos serán varios de los temas que el presidente, Barack Obama, analizará con los principales bancos del país mañana viernes. "Wall Street y Main Street -en alusión a la economía real frente al mundo de las finanzas-, todos nosotros, estamos en el mismo barco juntos", ha enfatizado el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibas.

Plan de rescate a GM

Por otra parte, Obama ha anunciado también que presentará su nuevo plan de rescate para el sector automovilístico estadounidense, que atraviesa su peor crisis en años por la caída de las ventas, aunque condicionará la inyección de ayudas a un plan de reestructuración por parte de las empresas con algunas concesiones. Aunque no permitirá que caigan en bancarrota. Precisamente este jueves, el mayor fabricante del país, General Motors, ha anunciado que el 12% de su plantilla (algo más de 7.600 trabajadores) ha aceptado apuntarse al programa de prejubilaciones. El gigante de Detroit había ofrecido a sus 62.000 trabajadores de producción incentivos para dejar la compañía.

GM, que ha recibido 13.400 millones de dólares en ayudas públicas en los últimos meses y ha solicitado hasta 16.600 millones de dólares más, ha presentado al Departamento del Tesoro un plan de reestructuración que incluye la reducción de la plantilla en 47.000 trabajadores y la eliminación de 14 plantas de producción en el país. Para recibir más ayuda, GM tiene hasta el 31 de marzo para demostrar a Washington que podrá salir de los números rojos y volver a ser rentable en el medio plazo.

El secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, durante una comparecencia en el Congreso.
El secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, durante una comparecencia en el Congreso.Reuters

El PIB de EE UU cayó un 6,3% en el cuarto trimestre de 2008

El Producto Interior Bruto (PIB) de EE UU cayó un 6,3% en el último cuatrimestre del pasado año, según las cifras oficiales y definitivas, tras tres revisiones, publicadas hoy por el Departamento de Comercio de EE UU de Washington. Esta cifra es ligeramente superior al 6,2% de la anterior revisión , publicada en febrero. Este es el peor dato desde 1982.

En el trimestre anterior, la contracción de la actividad económica fue del 0,5%. En todo 2008 la economía de Estados Unidos creció un 1,1%, el menor incremento desde 2001. El saldo modestamente positivo del año refleja, en parte, el estímulo dado al consumo en la primera mitad del año, cuando unos 133 millones de contribuyentes recibieron unos 155.000 millones de dólares en devolución de impuestos.

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