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EE UU volvió a destruir empleos en septiembre

Una economía débil, igual a un mercado laboral anémico. Y eso se refleja con claridad en las estadísticas. Estados Unidos perdió 95.000 empleos netos en septiembre, arrastrado por los despidos en el sector público. Son en total 218.000 empleos destruidos en el tercer trimestre. La tasa de paro se mantuvo en el 9,6%.

Hubo dos noticias buenas y una mala, si se toma como referencia lo que esperaba Wall Street. La primera buena es que se firmaron 64.000 nuevos contratos en el sector privado, no muy lejos de lo que se anticipaba. La segunda, el consenso de mercado proyectaba un repunte de una décima en el desempleo.

Pero lo malo es que se destruye empleo a un ritmo el doble del previsto y por encima de los 57.000 de agosto. La contratación es tan baja entre las empresas que no compensa los 159.000 empleos perdidos en el sector público, por los despidos en las instituciones locales y por el fin de la elaboración del censo.

En el tercer trimestre se han perdido 218.000 puestos de trabajo
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Son, por tanto, cuatro meses consecutivos durante los que se perdió empleo en EE UU y el segundo registro más alto este año. El sector manufacturero está prácticamente estancado y en la construcción se perdieron 21.000 puestos de trabajo. Los servicios sumaron 28.000, en su mayoría temporales, y otros 24.000 en la salud.

El repunte de la actividad económica arrancó oficialmente en junio de 2009. Pero desde la pasada primavera se observa una fuerte moderación. La proyección del Fondo Monetario Internacional es que EE UU cierre el año con una expansión del 2,6% y que baje al 2,3% en 2011, por debajo de su potencial.

Es decir, crecerá a la mitad de lo necesario, a un nivel insuficiente para evitar que el paro aumente. En este momento hay 14,8 millones de estadounidenses sin trabajo, el 41,7% son de larga duración. A estos se suman los 9,5 millones que involuntariamente trabajan a tiempo parcial y los 2,5 millones que no buscan empleo.

Decepción, por tanto. Pero la previsión confirma que al menos habrá crecimiento. Así que la gran pregunta es saber qué hará la Reserva Federal el 3 de noviembre, un día después de las legislativas. Entonces se verá si vuelve a inyectar liquidez con la compra de bonos, más allá de los 1,7 billones de dólares.

Como señalan desde IHS Global Insight, los estímulos fiscales pierden fuerza y, por tanto, la economía depende cada vez más de la demanda, que se está viendo constreñida por la incertidumbre en el empleo y por la confusión en la vivienda. La posibilidad de una recaída, señalan, es del 25%.

El último informe de empleo podría dar un nuevo impulso a los republicanos en la recta final de la carrera por retomar el control del Congreso. Precisamente ayer, el gigante farmacéutico Sanofi-Aventis anunció el despido de 1.700 empleados en EE UU, el equivalente al 25% de la plantilla en el país.

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