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Economía entierra el riesgo de deflación tras el alza de precios de noviembre

Los pensionistas ganan 1.360 millones en poder adquisitivo, según Trabajo

Alejandro Bolaños

El índice de precios al consumo (IPC) volvió a bailar en noviembre al ritmo que impone el mercado del petróleo. Por primera vez desde el otoño de 2008, la comparación interanual de la cotización del brent arroja un saldo positivo. En un paso sincronizado, el IPC de noviembre acabó con ocho meses de retrocesos, al reflejar una subida anual del 0,3%. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, dio por terminada así "la caída transitoria" de los precios de consumo.

Campa mantuvo que lo ocurrido en los últimos ocho meses ha sido "un episodio temporal de desaceleración de precios" y que el IPC de noviembre viene a dar la razón al Ministerio de Economía, "que siempre ha descartado un escenario de deflación".

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El protagonismo del petróleo en los vaivenes del índice de precios ha sido absoluto en el último año y medio, y lo volvió a ser en noviembre. Según el Instituto Nacional de Estadística, más del 80% de la variación entre el IPC de octubre (-0,7%) y el del mes pasado (0,3%) se debe a la repercusión del precio del crudo. Si en noviembre de 2008 el barril de brent rondaba los 43 euros, en noviembre de este año superó los 52 euros. Y la evolución más reciente (el barril sigue en 50 euros, cuando en diciembre de 2008 bajó hasta 30), permite anticipar que los precios remontarán al cierre del año.

"El IPC de diciembre estará entre el dato actual y el 1%", aseguró Campa en conferencia de prensa. Los expertos creen que estará más cerca del 1%.

Las alarmas sobre el riesgo de deflación, que Economía cree definitivamente eliminado, se activaron por la evolución de la inflación subyacente, índice que excluye la distorsión del crudo. En octubre, se situó en un mínimo histórico (0,1%), y habría sido ya negativa sin la subida de impuestos al tabaco. Los expertos advirtieron ahí un síntoma de la debilidad del consumo, una espoleta habitual de la espiral deflacionista: las expectativas de precios a la baja reducen los márgenes empresariales, lo que acaba en más paro y más debilidad del consumo.

En noviembre, la inflación subyacente dio una mínima señal de recuperación (pasó al 0,2%) de la mano de subidas de precios en el grupo de vestidos y calzados y en los alimentos elaborados (sobre todo, por el alza del aceite de oliva). Además, por primera vez este año, la proporción de bienes y servicios en tasa negativa descendió (del 44,5% al 37%).

Pese al alza de noviembre, la tasa interanual del IPC se queda muy lejos del 2% que activa la paga compensatoria del Gobierno a los pensionistas por desviación de la inflación. Según el Ministerio de Trabajo, es la primera vez desde 1998 que esto ocurre: las pensiones contributivas subieron este año un 2% y las mínimas hasta un máximo del 7,3%, muy por encima de la inflación de noviembre que fija la referencia. En total, Trabajo calcula una ganancia de 1.360 millones en el poder adquisitivo de ocho millones de pensionistas.

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