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España promete ante el Eurogrupo acometer reformas estructurales

El plan de ajuste español pasa el primer examen de las autoridades europeas - Alemania pide que el mecanismo de rescate no sea automático

Andreu Missé

España pasó el lunes el primer examen del duro plan de ajuste fiscal presentado la semana pasada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que implica una reducción del déficit en unos 15.000 millones de euros entre 2010 y 2011, lo que supone el 1,5% del producto interior bruto (PIB). La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado explicó detalladamente el plan a los ministros del Eurogrupo y anunció también las principales reformas estructurales en las que está trabajando el Gobierno, que se comprometió a llevar adelante.

El examen definitivo tanto del ajuste como de las medidas estructurales de España y Portugal será efectuado por la Comisión Europea en junio en el contexto del procedimiento por déficit excesivo. En la actualidad hay 20 países de la Unión sometidos a procedimientos de déficit excesivo que también deberán presentar más detalles de sus planes de ajuste y de reformas, puesto que Bruselas considera que los escenarios previstos para la mayoría de países eran muy "optimistas".

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El presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, quien manifestó el lunes que "las adoptadas por el Gobierno español son valientes" y calificó de "ambicioso", el conjunto del plan. Juncker añadió que en su opinión "España está actuando de manera ejemplar".

Las palabras de Juncker se suman a las expresadas el día anterior y ayer mismo por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien también valoró como medidas "valientes" y "creíbles" las adoptadas por el Ejecutivo de Zapatero. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, indicó que las decisiones adoptadas por España que tienen previsto rebajar el déficit público desde el 11,2%, en 2009 al 6% en 2001 "iban en la buena dirección".

Salgado, explicó a ayer a los ministros del Eurogrupo las principales medidas del plan, que además del fuerte recorte del gasto en salarios públicos, gastos sociales e inversiones públicas incluye también la subida de dos puntos del tipo general del IVA y de un punto del tipo reducido a partir del próximo mes de julio. Salgado manifestó a su llegada a Bruselas, antes de entrar a la reunión que el plan español "es suficiente" y "creíble", por lo que consideraba poco probable que los demás ministros de la zona euro le exigieran medidas adicionales. A la pregunta de si creía que sus pares le iban a exigir más recortes contestó: "No creo".

La vicepresidenta ya logró convencer a sus compañeros del calado de las primeras medidas adoptadas por el Gobierno español en una larga noche de discusiones durante el pasado Ecofin que se prolongó 12 horas. En esa sesión histórica en la que se aprobó crear un mecanismo de rescate de 750.000 millones de euros, varios países, especialmente Alemania, Holanda, Finlandia y Suecia pretendieron que tanto España como Portugal se comprometieran a un ajuste mayor de 3,5 puntos del PIB y que figurara como tal en las conclusiones del Consejo. Después vino el ajuste drástico presentado por Zapatero el pasado miércoles que ha supuesto una medida bien acogida por la mayoría de sus socios comunitarios a costa de una sensible pérdida de apoyo ciudadano.

Entre dichas medidas está la congelación de las pensiones (salvo las mínimas y las no contributivas) en 2011, el recorte del 5% en el sueldo de los funcionarios desde julio de este año y la supresión del cheque-bebé desde el año próximo.

Los ministros de la moneda única expresaron su preocupación por la fuerte caída de la cotización del euro frente a cambiarse por 1,2234 dólares. Juncker manifestó que "no se sentía preocupado por la tasa de cambio del euro sino por la velocidad en que la tasa de cambio se ha deteriorado".

El análisis y las discusiones sobre la depreciación del euro se desarrollaron en un contexto de preocupación por los mercados de deuda pública que siguen tensos a pesar del paquete de rescate de 750.000 millones de los que 310.000 millones, los comprometidos por la Comisión Europea y el Fondo Monetario, financiado en buena medida por los miembros de la Unión, ya están disponibles.

Alemania solicitó ayer que la aplicación del mecanismo de rescate no sea automática y eso centraba las discusiones cerca de la medianoche.

La otra cuestión de fondo fue planteada por el ministro de Economía alemán, Wolfgang Schäuble, quien exhortó a sus compañeros a redoblar sus esfuerzos para reducir "los déficits públicos y reforzar el pacto de estabilidad". Aunque el pacto exige a los socios de la UE que no rebasen el 3% de déficit público, Alemania ha aprobado una ley que tiene como objetivo reducir el déficit al 0,35% en 2016. El Gobierno de Berlín encamina ahora sus esfuerzos a controlar el déficit de los landers y de las ciudades, estas últimas con cuentas públicas muy deterioradas, debido a las pérdidas de recaudación en el impuesto de sociedades, una de sus principales fuentes de ingresos, debido a la crisis.

Berlín aboga por rebajar el límite más del 3%, en la dirección adoptada por su país, sin cuantificar por el momento su propuesta. Schäuble dijo que todas estas cuestiones dirigidas a ser más ambiciosos en la reducción del déficit "deben ser discutidas y sacar las lecciones de la crisis".

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