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España registra el déficit exterior más abultado del mundo tras el estadounidense

La brecha alcanza el 8,8% del PIB por las importaciones y el estancamiento del turismo

Lucía Abellán

Los intercambios de España con el exterior son cada vez más desequilibrados. La brecha entre lo que se envía y lo que se recibe de otros países resultó en 2006 la más voluminosa del mundo desarrollado después de la estadounidense. Los 86.026 millones de euros de déficit suponen ya un 8,8% del producto interior bruto (PIB), el mayor porcentaje registrado desde 1980. El aumento de las importaciones y el estancamiento de los ingresos por turismo explican en buena medida el agravamiento del déficit, que crece un 29% respecto a 2005, menos que en años anteriores.

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España agranda sus diferencias con el exterior, en gran medida por el fuerte crecimiento económico registrado en los últimos años. La demanda de bienes, servicios o rentas es superior a la oferta española, por lo que los capitales se trasladan a otros territorios. Buena parte de los expertos interpretan también que esa ampliación del déficit obedece a una menor competitividad de la economía española, que pierde atractivo frente a otras.

El déficit español es el segundo más voluminoso del mundo en términos absolutos después del estadounidense, según los datos de la balanza de pagos publicados ayer por el Banco de España. Si se tiene en cuenta su peso sobre el PIB, el español incluso supera al de EE UU (un 8,8% frente al 6,5%), aunque hay otros países europeos, como Portugal o Grecia, con niveles superiores. Ese 8,8% representa el mayor deterioro desde 1980, según la serie del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Aunque el déficit exterior es citado como una de las principales amenazas para la economía, hay expertos que relativizan su incidencia. "Uno de los mitos de la economía española es que el déficit exterior revela pérdida de competitividad. La prueba es que Estados Unidos es muy competitivo y tiene un déficit muy abultado", argumenta José Carlos Díez, economista jefe de la consultora financiera Intermoney.

El agravamiento de ese desequilibrio obedece en buena parte al auge de las importaciones, que avanzaron un 12% el año pasado. Las exportaciones han ganado impulso (un 10%), pero no lo suficiente para compensar el aumento de las compras al exterior. "El déficit comercial se explica más por el aumento de la demanda, derivada de los inmigrantes que han llegado en los últimos años, que por la pérdida de competitividad", explica Carlos Maravall, experto de Analistas Financieros Internacionales.

Españoles en el extranjero

El turismo es otro elemento clave en la balanza de pagos española. El superávit que registra este sector contribuye cada vez menos a compensar los desequilibrios de otros capítulos (en 2006 cayó un 3,4%). El motivo es que los ingresos por turismo permanecen estancados, mientras el gasto de los españoles en el exterior crece cada año. Maravall considera que el escaso avance de los ingresos se explica porque los precios turísticos están bajando.

Pese a que el déficit no parece haber tocado techo, su avance es ahora menos vertiginoso. Maravall subraya que entre noviembre y diciembre ha pasado de representar el 9,2% del PIB al 8,8%. Y José Carlos Díez vaticina: "La bajada del precio del petróleo y la mejora de las exportaciones lo moderarán".

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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