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España seguirá en recesión a final de año mientras la UE empieza a salir

La crisis de la economía española es "menos profunda pero más prolongada", dice Almunia - El mercado de trabajo seguirá deteriorándose en toda la zona

Andreu Missé

"Hoy, por primera vez desde la crisis de Lehman Brothers hace un año, presentamos unas previsiones con cierto optimismo". Con un entusiasmo contenido, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, presentó las cifras que indican que tanto Europa como la zona euro saldrán de la recesión en el segundo semestre del año. No será ésta, sin embargo, la suerte de España que a finales del año será la única de las siete grandes economías europeas que seguirá encogiéndose en un 0,2%. Aunque se constata una mejoría general, Bruselas advierte de que "la incertidumbre continúa elevada".

La mejoría no impedirá, sin embargo, que para el conjunto de 2009, tanto la UE como la zona euro registren una contracción del 4%, la misma que fue prevista en primavera. La explicación está en que el primer semestre ha sido peor de lo anticipado, mientras que el segundo será mejor de lo previsto en primavera. Para España, sin embargo, la previsión para el conjunto del año ha sido revisada a la baja. De una contracción prevista del 3,2% en primavera se ha pasado al 3,7%. Según Almunia, "España tendrá una recesión menos profunda que la media pero más prolongada".

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Según el comisario, la situación de la Unión "ha mejorado, principalmente gracias a los fondos de dinero inyectados en la economía por los bancos centrales y los poderes públicos, pero la debilidad de la actividad continuará influyendo en el empleo y las finanzas públicas". Precisó que las ayudas fiscales discrecionales supondrían el 1,4% del PIB para 2009 y el 1,1% para 2010, superiores al 1,8% estimado para ambos ejercicios. España es el país que ha realizado un mayor esfuerzo, equivalente al 4% del PIB, según las previsiones iniciales.

El comisario evitó cautelosamente pronunciarse sobre si lo peor de la crisis ya había pasado ante el panorama de desempleo creciente. El documento de la Comisión señala que "el mercado de trabajo seguirá deteriorándose en la segunda parte del año". Precisamente ayer Eurostat publicó los datos de empleo del segundo trimestre que indican que la UE perdió 1.443.000 empleos, la mitad en la zona euro. La UE cuenta ya con más de 21,8 millones de parados. Durante los últimos doce meses España ha perdido el 7,1% de sus puestos de trabajo, una destrucción sólo superada por Letonia (13,1%) y Estonia (10,2%). Desde mayo de 2007 le desempleo ha crecido incesantemente en España hasta alcanzar el 18,7% de la población activa. Los desempleados españoles representan el 29% de la zona euro.

Ante la debilidad de los signos de recuperación el responsable de economía del Ejecutivo Comunitario precisó "que necesitamos seguir poniendo en práctica las medidas de recuperación anunciadas para este año y para 2010 y acelerar el saneamiento del sector financiero para asegurar que los bancos puedan prestar en condiciones razonables cuando las empresas y familias reanuden sus inversiones".

Al mismo tiempo, la Comisión considera que es preciso establecer una estrategia de salida de la crisis que según Almunia deber ser "clara, creíble y coordinada". El comisario explicó el significado de esta coordinación, apuntando que los países que hubieran registrado una mejoría no podían empezar a retirar las medidas de apoyo de manera unilateral porque esto agravaría la situación de los que van más retrasados. Un aviso para Alemania que puede tener la tentación de anticiparse.

En el caso de España, el deterioro de la economía se ha producido por la fuerte destrucción de empleo en la primera parte del año, que ha agudizado la caída del consumo privado. Según la Comisión la caída de la demanda interna reducirá el crecimiento del PIB en el 6,5% en 2009. La economía española verá compensada esta situación por un mejor comportamiento del sector exterior, debido sobre todo a una mayor caída de las importaciones, y que aportará un 2,9% al PIB de 2009 frente al 1,4% de 2008.

Por otra parte, la OMC dará a conocer hoy su informe previo a la reunión del G-20 sobre la evolución de comercio y la valoración de las medidas adoptadas por los principales países para afrontar la crisis. El estudio señala que el volumen de comercio de mercancías durante el pasado junio aumentó por primera vez desde que estalló la crisis. El aumento fue moderado del 2,5%, pero contrasta con la caída global del comercio de mercancías del 10% prevista para todo el año.

El estudio elaborado esta vez conjuntamente con la OCDE y la UNCTAD de Naciones Unidas, pronostica para este año una caída de la inversión exterior directa de entre el 30% y el 40%, frente a un retroceso del 14% en 2008.

El documento señala que el principal riesgo es que los países del G-20 "continúen cediendo terreno a las presiones proteccionistas, aunque sólo sea gradualmente, en particular si el desempleo sigue creciendo". En concreto indica que "el peligro está en un incremento de las prácticas de poner palos en las ruedas a las prácticas del comercio internacional que podría agravar el comercio mundial y las inversiones". El segundo riesgo es que las medidas temporales ante la crisis para salvar empleos y empresas creen una legión de industrias no competitivas y una sobrecapacidad de producción que continuará generando presiones proteccionistas.

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