El Estado paga más que los bancos y las comunidades

La tormenta financiera complica la financiación de España en los mercados. La escalada de los intereses que el Tesoro tiene que pagar para colocar su deuda ha hecho que la rentabilidad de las letras españolas a 12 meses supere la de los depósitos o los pagarés bancarios e incluso el interés de la deuda que han pagado algunas comunidades autónomas en sus últimas emisiones.

Con una rentabilidad ligeramente por encima del 5%, el Tesoro tiene que pagar más por las letras a un año que el Santander en su última emisión de pagarés, que ofrece un tipo de interés de entre un 3% y un 3,75%. La rentabilidad de los pagarés de otras entidades también es menor. En el caso del BBVA, el interés que pagó en las últimas emisiones no superaba el 4%. Otras grandes empresas, como Telefónica, también se financian a tipos más bajos que los de la subasta de ayer.

"Hay pocos productos financieros que den una rentabilidad mayor al 5% en 12 meses", señala David Cano, analista de AFI. En el caso de la Generalitat de Cataluña, la comunidad colocó ayer el 95% de los 4.105 millones de euros de su emisión de bonos pese a ofrecer una rentabilidad menor que la deuda española con el mismo vencimiento. Cataluña ofrecía una rentabilidad del 4,75% a un año y del 5,25% a dos años, en ambos casos por debajo de los niveles alcanzados en la subasta de ayer, que probablemente marca un nuevo suelo para las comunidades.

"Las letras del Tesoro se han convertido en una alternativa más, que en el pasado se descartaban porque la inflación limitaba la rentabilidad que se pagaba por ellas", explica Soledad Pellón, analista de IG Markets. El tipo de interés de letras que vencen a un año también supera al de muchos depósitos bancarios en su cruzada para captar pasivo, ya que, entre los que vencen a un año el interés ronda el 4% en el caso de las mejores ofertas.

Entre las ventajas de las letras se encuentra un menor requisito de capital. El mínimo para invertir es de 1.000 euros, por debajo de los 30.000 mínimos, por ejemplo, para comprar pagarés del Santander. "La gran ventaja es que puedes comprarlo directamente al Banco de España, el inconveniente es que fiscalmente no son eficientes", señala Cano.