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El agravamiento de la crisis

Europa planea endurecer las exigencias de capital a la banca

La Autoridad Bancaria Europea estudia reclamar una solvencia del 7% en unas nuevas pruebas que obligarían a las entidades a captar unos 100.000 millones

Los bancos europeos podrían precisar unos 100.000 millones más de capital básico para asegurar su estabilidad, según uno de los análisis que prepara la Autoridad Bancaria Europea (EBA). A petición de las autoridades europeas, el regulador está estudiando cuánto capital necesitaría la banca para mantener un ratio de solvencia del 7% bajo un escenario de recesión y con un recorte en la valoración de la cartera de deuda soberana, según indicaron a Reuters fuentes bancarias y del regulador.

Subir el listón al 7% y valorar a precio de mercado la deuda soberana conllevaría, con los datos de las pruebas publicadas en julio, el suspenso para la mayoría de los bancos europeos, que deberían efectuar así una recapitalización masiva como la planteada por la presidenta del FMI, Christine Lagarde, a finales de agosto para cortar el círculo vicioso entre crisis de la deuda y crisis bancaria. En todo caso, diversas fuentes indicaron que se trata de análisis preliminares y que quedan pendientes de despejar muchas incógnitas.

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"No estamos haciendo otras pruebas de resistencia", matizó Andrea Enria, presidente de la EBA. Un portavoz del regulador alemán, el BaFin, explicó que se trataba sobre todo "de una adaptación de los números de la exposición exterior de las entidades".

Fuentes financieras conocedoras de los trabajos de la EBA indicaron que se desconocían aún los criterios que se aplicarán finalmente. Según un estudio de JPMorgan Chase, de fines de septiembre, los bancos europeos precisarían unos 148.000 millones, en el supuesto de que se aplicara una quita del 60% a la deuda griega; del 40%, a Portugal e Irlanda y del 20%, a Italia y España.

En el mercado se dan por buenos los baremos de descuentos de la deuda sugeridos por JPMorgan. Estos recortes se aplicarían a todas las carteras de los balances de los bancos y cajas, según los trabajos que se están realizando. La razón de aplicar el descuento es que la EBA entiende que los precios de mercado no son reales y están hinchados por las compras del Banco Central Europeo.

Un ejercicio teórico realizado por EL PAÍS con una calculadora de Reuters Breakingviews muestra, con datos de 2010, que 56 entidades sometidas a las pruebas de julio necesitarían 128.000 millones para alcanzar el 7% de solvencia en un escenario adverso si se aplican esos recortes de valoración a la deuda soberana. Entre ellas habría 14 españolas, incluso si se tomaran en cuenta las provisiones genéricas y similares.

El Banco de España, por encargo de la Autoridad Bancaria Europea, ha enviado un escrito a las entidades españolas para que detallen su posición en todas las carteras de deuda pública a 30 de junio, según diferentes fuentes consultadas. Existe la duda de si se incluirá la deuda de las comunidades autónomas, empresas públicas y otra avalada por el Estado, muy relevante en el caso de las cajas de ahorros.

Respecto a los recortes planteados, José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, cree que no tienen sentido "ya que sería un hecho jurídico sin precedentes históricos y podría acabar provocando profecías autorrealizadas en los mercados". Ángel Ron, presidente del Popular, también cree que no se puede dejar de considerar a la deuda "como un activo sin riesgo porque es un cambio de reglas contables sin previo aviso", según dijo el lunes.

Para el resultado final de las entidades españolas será decisivo si se tienen en cuenta o no las provisiones genéricas. En las pruebas de julio pasado no se contabilizaron estos colchones creados por el Banco de España porque no existían en ningún otro país. Ahora no parece sostenible volver a usar este argumento.

También hay dudas sobre a quién hay que realizar estas pruebas. Algunos abogan por que sea a todas las entidades y otros creen que solo hay que hacerlas a las sistémicas, es decir, a las más grandes. "No hay ninguna decisión tomada. Creo que son globos sonda que proceden de Alemania. Son una manera de ir sensibilizando a la opinión pública", comenta un ejecutivo financiero.

El calendario tampoco está determinado, pero se cree que las pruebas se podrían hacer en cuanto se concedan los 8.000 millones a Grecia. "Al mismo tiempo, se establecerá la quita sobre su deuda y se delimitarán las condiciones sobre toda la deuda europea", comentan en el mercado. El nuevo capital se captaría acudiendo al mercado o mediante ayudas públicas de cada Estado o del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).

Realizar el análisis sin cambiar las condiciones macroeconómicas de las pruebas de julio puede ser polémico. "Para Francia y Alemania el test fue sin estrés. En el caso español en el escenario estresado ya contemplaba recesión en 2011 cuando nadie espera que el PIB crezca menos del 0,7% y sobre ese error de previsión volvían a estresar en 2012", apunta Diez. Su conclusión es que "será un ejercicio inútil que no conseguirá normalizar los mercados financieros y el riesgo de crisis sistémica que es lo que le exigen los socios del G-20 a Europa".

En las pruebas de julio la EBA solo exigió una base de capital del 5%, que no fue alcanzada por 8 entidades. Otras 16, se mantenían a un nivel de entre el 5% y el 6%. En el examen anterior, la exposición de los bancos franceses a los países que han precisado ayudas del BCE, (Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia) era de unos 85.000 millones y la de los de Alemania, unos 67.000 millones. En este examen solo se tuvo en cuenta la deuda en la cartera de negociación, que apenas representa un 20% del total, según Nomura.

Para unificar criterios y adoptar medidas de manera coordinada, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, presentará hoy las propuestas para una recapitalización ordenada de la banca europea. El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, justificó el aplazamiento de la cumbre europea hasta el 23 de octubre en que era necesario para buscar soluciones a varios problemas, entre ellos la recapitalización de la banca.

Vista del símbolo del euro en el Banco Central Europeo en Fráncfort (Alemania).
Vista del símbolo del euro en el Banco Central Europeo en Fráncfort (Alemania).EFE

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