_
_
_
_
_
La crisis del euro

El FMI presiona al BCE para que asuma pérdidas de la deuda de Grecia

Los acreedores privados y Atanas retomarán mañana las negociaciones sobre la quita

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha empezado a presionar al Banco Central Europeo (BCE) para que se plantee asumir pérdidas en la renegociación de las deudas que Grecia tiene con los bancos y fondos privados. El BCE, que es el primer acreedor individual del Gobierno heleno (con unos 50.000 millones de euros en bonos y letras, según estimadiones del mercado), ha rechazado hasta ahora participar en esa quita del 50% de la deuda que Atenas negocia con la banca internacional para evitar la bancarrota.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha dicho esta mañana en París que el órgano pilotado por Mario Draghi tendría que involucrarse en esa quita si la deuda helena "no está suficientemente negociada", es decir, si no hay suficientes inversores dispuesto aaceptar una rebaja del 50% nominal del dinero que les debe Grecia."El equilibrio entre la participación del sector privado y el público es una una cestiónpreocupante", ha recalcado. Las presiones del FMI sobre el BCE respecto a este asunto ya habían sido avanzada por Financial Times citando fuentes europeas, aunque portavoces del fondo lo habían negado.

Más información
Bruselas condiciona el segundo rescate griego a más eficacia en las reformas
Europa, en vilo por el pacto en Grecia
S&P da por hecho que la quita de Grecia será un impago pero descarta un efecto dominó en la UE
El presidente del Eurogrupo dice que la zona euro debe condonar parte de la deuda a Grecia

Tras el parón registrado a principios de esta semana, los acreedores privados de Grecia y el Gobierno heleno retomarán mañana en Atenas las negociaciones. El Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que agrupa a los acreedores privados, ha revelado que ha decidido enviar un "equipo de expertos" a Atenas liderado por su director, Charles Dallara y el asesor de BNP-Paribas Jean Lemierre. "El objetivo es llegar a un acuerdo en todos los asuntos legales y técnicos pendientes tan pronto como sea posible", han añadido.

El segundo rescate de Grecia que implicará un paquete de ayudas de unos 130.000 millones y el compromiso de la banca de asumir una pérdidas por valor de otros 100.000 millones sigue en el aire aunque se mantiene la voluntad de cerrarlo antes del próximo mes. La crisis de la deuda griega, que se desató a finales de 2009, ha ido contagiando a toda la zona euro. La situación se ha visto agravada por las perspectivas de recesión que han surgido desde el pasado otoño mientras Standard & Poor's ya ha advertido de que, pase lo que pase, considerará el pacto como un impago. El vicepresidente de la Comisión y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, manifestó ayer tras la reunión del Eurogrupo, que "la ralentización económica continúa y varios factores apuntan a una moderada recesión al menos en la primera mitad de este año", informan Andreu Missé y Claudi Pérez desde Bruselas.

Los ministros de Economía de los Veintisiete abordaron ayer los problemas que afronta el Gobierno de Atenas desde una doble perspectiva. Por una parte, ven insuficientes los esfuerzos realizados en la aplicación de las reformas comprometidas y, por otra, respaldaron a las autoridades griegas en su negociación con la banca para lograr una rebaja del tipo de interés de los bonos a 30 años que Grecia emitirá para canjear por deuda en circulación. Grecia precisa urgentemente el segundo rescate ante el vencimiento de 14.400 millones a que debe hacer frente el 20 de marzo.

En cuanto a las reformas, hubo una avalancha de críticas. El ministro de Finanzas de Alemania Wolfgang Schäuble, advirtió de que "Grecia debe implementar las medidas y reformas acordadas". Y subrayó que "por supuesto, todos los partidos griegos deben estar de acuerdo con las medidas y los nuevos programas, independientemente de las próximas elecciones". La ministra de Finanzas austriaca, Maria Fekter, y su homólogo, el luxemburgués Luc Frieden, abundaron en esta idea. "El Fondo Monetario Internacional", señaló la ministra austriaca, "elaborará con los griegos un programa, pero solo podremos aprobarlo si los partidos del Gobierno de coalición, [que preside Lukas Papadimos] y los demás partidos se ponen de acuerdo". Fekter precisó que "se han tomado medidas en Grecia", añadió "pero los gastos no se han reducido realmente". Por su parte, el titular de Finanzas sueco, Anders Borg, insistió en que "en lo que se refiere a las reformas fiscales y estructurales, ellos no han cumplido".

En relación a la negociación con los bancos, el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, señaló que el tipo de interés de los próximos bonos debe situarse en el 3,5%, por debajo del 4% que exigen los banqueros. Por su parte, el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, admitió que se habían producido deslizamientos en la aplicación de las medidas, pero prometió "medidas y compromisos muy serios" para los próximos días.

Por otra parte, el ministro de Economía de Francia, François Baroin, mostró su apoyo a la posición de la directora general del FMI, Christine Lagarde, que propugna el aumento de la capacidad del fondo de rescate europeo. En la UE se discute la posibilidad de aumentar el fondo permanente Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), dotado en un principio de 500.000 millones, al que se podrían añadir los 250.000 millones disponibles del fondo temporal, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, (FEEF).

En cuanto a España, pocas novedades más allá del estreno del ministro de Economía y Competritividad , Luis de Guindos, en el Ecofin. A pesar de la última rebaja de la calificación crediticia de S&P, a pesar de las últimas declaraciones del ministro de Hacienda Cristóbal Montoro a la espera de que la UE afloje en esa carrera por los recortes en los que anda metida Europa entera, y a pesar de las malas previsiones del FMI, De Guindos se presentó ante los periodistas con una fe sin fisuras: "España no tiene ni va a tener problemas de solvencia y liquidez si hace las reformas anunciadas y si llevamos a cabo nuestro plan de ajuste, no se necesitará un plan de rescate".

De Guindos apeló al "compromiso absoluto de Madrid" con el pacto fiscal europeo y reiteró que el objetivo del Gobierno "en estos momentos" es bajar el déficit este año al 4,4%. El vicepresidente Rehn ya había insistido en la noche del martes en la importancia de que España cumpliera con los objetivos pactados y había reclamado al Gobierno de Rajoy acelerar la reforma laboral y, sobre todo, presentar cuanto antes los Presupuestos de este año.

En el ámbito laboral, De Guindos aplaudió el acuerdo de contención salarial entre patronales y sindicatos como una buena base para la reforma del mercado de trabajo. Y a pesar de que la influencia de ese tipo de medidas sobre la economía se ve solamente a medio y largo plazo, aseguró que ese cambio tendrá efectos sobre el crecimiento: "A peor no podemos ir", zanjó.

De izquierda a derecha, Wolfgang Schaüble, George Osborne y Margrethe Vestager, ayer en la reunión de Bruselas.
De izquierda a derecha, Wolfgang Schaüble, George Osborne y Margrethe Vestager, ayer en la reunión de Bruselas.GEORGES GOBET (AFP)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_