Felipe González dice que se descuidó la reforma financiera
El expresidente del Gobierno Felipe González dijo ayer que la crisis ha creado efectos devastadores en la economía real y aseguró que en España aún no se han hecho los deberes para sanear el mercado financiero. González afirmó que España llegó a la crisis económica actual con un sistema financiero "menos dañado" que otros europeos o el americano, pero que se ha "descuidado en acometer su reforma". "No hemos hecho la reestructuración del sistema financiero que los otros hicieron sí o sí, porque no tenían más remedio", recalcó.
González afirmó que hasta ahora se ha destinado solo un 1% del PIB a este proceso de reconversión del sistema financiero, y que en 1983, cuando él gobernaba, se dedicó casi el 2% del PIB, creando entre otras medidas el fondo de garantía de depósitos. Por ello, dijo, todavía habrá que completar ese rescate "con un punto y medio o dos más".
González, que pronunció la conferencia inaugural del XI Congreso del Notariado, afirmó que en su opinión la crisis "aún no ha pasado" y aseguró que por la "inflación incontenible" que provocan los movimientos de capital los mercados financieros volverán a "reventar otra vez".
Regulación
Por ello, el expresidente socialista, defendió la necesidad de regular los mercados financieros y los movimientos especulativos de capital, si bien no con una tasa como propuso el Nobel James Tobin, sino con la obligación de desembolsar el 60% del total de la operación.
González insistió en que pese a todos los esfuerzos el funcionamiento del mercado financiero "no ha cambiado, y se siguen haciendo las mismas transacciones", salvo en la restricción del crédito para la economía real. "No ha habido ninguna acción de gobernanza de ningún país", dijo González, quien insistió en que "el marco regulatorio no ha cambiado, salvo con Basilea III que exigirá más esfuerzo de capital". Y agregó: "No necesitamos un exceso de reglamentarismo, pero sí normas claras".
Por otro lado, González criticó la sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo que anulaba una veintena de artículos del Reglamento de la Organización y Régimen del Notariado. "El razonamiento jurídico que subyace en la sentencia es equivocado y por tanto la conclusión también lo es", ha asegurado González.
