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La crisis del euro | La respuesta de los inversores

Fitch lanza la primera piedra al considerar el pacto una suspensión de pagos "restringida"

Amanda Mars

De las cosas importa sobre todo su nombre. En el mercado también. Eso que ayer lograron pactar 17 países europeos para Grecia cambia radicalmente su influencia en el mercado, en función de la denominación que haga más fortuna: un rescate con participación de los bancos o una suspensión de pagos controlada, limitada, parcial, emboscada... Para Fitch, la agencia de calificación crediticia, es una suspensión de pagos, aunque sea "restringida". Por ello, tal y como había avanzado el pasado junio, la firma rebajará la nota de solvencia de Grecia a default (suspensión de pagos en inglés) en los bonos en cuanto se apruebe el canje de la deuda en circulación por nuevos títulos y los originales no sean abonados en tiempo y forma. Y para los nuevos títulos a emitir, la calificación quedará seguramente en la parte baja del grado especulativo.

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Esta rebaja por parte de la agencia es uno de los elementos que ha dificultado el acuerdo entre los socios de la eurozona, que esperan también la misma reacción de Moody's y Standard & Poor's. Ayer Fitch dio todos sus parabienes a ese acuerdo que busca salvar el euro, pero dejó bien claro que constituye "un tipo de suspensión de pagos restringida", ya que, según los bancos, el canje de deuda propuesto implica una pérdida del 20% del valor actual para los inversores en deuda soberana griega. "Un canje que ofrece nuevas garantías con condiciones peores a las del contrato de la deuda existente y en la que la deuda soberana es objeto de presión constituye un default", señala la agencia en su nota.

Aun así, el responsable de calificación de deuda soberana de Fitch, David Riley, dice que el acuerdo supone un "importante" paso en asegurar la estabilidad de la zona euro y una "oportunidad" para Grecia de recuperar la solvencia, a pesar de los "desafíos formidables a los que se enfrenta".

Pese a que los líderes no se han cansado de repetir que el nuevo rescate (o impago parcial) diseñado para Grecia no se aplicará en otro país, Fitch sí cree que sienta un precedente. Además, la decisión de reducir los costes y ampliar los vencimientos de los préstamos a Irlanda y Portugal procedentes del fondo de rescate supone un apoyo para las dinámicas de deuda y los perfiles de crédito. La calificadora "toma nota" del "carácter excepcional y único" de la participación privada en el rescate, pero incorporará en su análisis de ambos países el "potencial precedente" que representa esta implicación privada para valorar los riesgos de Portugal e Irlanda.

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, había advertido que este tipo de canjes era, a la postre, un tipo de default selectivo aunque ayer recalcó que la participación de la banca "debe ser totalmente voluntaria" y rechazó "que el programa aprobado pueda dar lugar a un impago crediticio". Las garantías y compromisos por parte de los Gobiernos ayudan a Trichet a cambiarle el nombre.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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