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El Gobierno decide no subir el recibo de la luz

El Ministerio de Industria ha decidido no tocar para el último trimestre del año el recibo de la luz que pagan 20 millones de usuarios, la llamada Tarifa de Último Recurso, (TUR). La decisión, anunciada ayer, se ha adoptado a pesar de que la subasta de energía celebrada el martes, que marca los precios de la parte liberalizada de la factura, cerró con precios que hubieran supuesto una subida media para los usuarios del 5,9%.

Para congelar el recibo, tras las subidas realizadas en enero (9,8%) y en julio (1,5%), Industria tendrá que tocar la parte regulada del recibo, los llamados peajes de acceso, entre los que figuran las primas a las renovables o los costes de distribución. Según explicaron ayer fuentes del departamento que dirige Miguel Sebastián, los peajes se reducirán. Y lo harán, precisaron, sin que crezca el llamado déficit tarifario, que ronda los 20.000 millones de euros, y que es la deuda que se reconoce a las eléctricas por asumir costes que no cubre la tarifa. Rebajar peajes sin que aumente la deuda es difícil, señalaron fuentes de las eléctricas, a no ser que Industria haya decidido sacar de la tarifa parte de los costes que ahora la integran. Industria no aclaró cómo abordará esa especie de cuadratura del círculo.

Crisis y elecciones

La congelación de la tarifa, a dos meses de las elecciones generales y en plena crisis económica, se recibió, lógicamente, de forma muy distinta del lado de las empresas y del lado de los consumidores.

La patronal eléctrica Unesa advirtió que la decisión aumenta el déficit tarifario -que debe desaparecer por ley en 2013-. En su opinión, la decisión de no subir el recibo es un engaño a los consumidores, ya que lo tendrán que pagar más adelante.

Frente al disgusto de la patronal eléctrica, las asociaciones de consumidores valoraron favorablemente la medida. No obstante, mostraron sus reservas sobre el método de subasta para fijar el precio de la energía, algo que en cierta forma comparten con la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que ha decidido supervisar el proceso.

La OCU señaló que congelar la luz es "lo normal y lógico", pero reconoció que "supone dejar pendiente la subida para el futuro", mientras que desde CEACCU apuntaron que una nueva subida sería inasumible.

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