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Grecia anuncia un ajuste de 23.000 millones para no renegociar su deuda

El país heleno logra el apoyo de la Unión Europea mientras Portugal paga un vencimiento de 4.500 millones de euros en un clima de tensión en el mercado

La zona euro vivió ayer de nuevo una jornada de sobresaltos, que quedó reflejada en el disparo de la prima de riesgo en Grecia, Portugal, Irlanda y España. El Gobierno griego dio ayer una nueva vuelta de tuerca al ajuste al que ha sometido a su país con un amplio paquete de reformas equivalente a 23.000 millones de euros para intentar cumplir sus objetivos de déficit. Al mismo tiempo el Ejecutivo de Yorgos Papandreu anunció un amplio programa de privatizaciones que deberán reportar a las arcas públicas unos 50.000 millones de euros desde ahora hasta 2015.

El anuncio de estos nuevos sacrificios por parte de las autoridades de Atenas no impidió que la prima de riesgo de los bonos griegos se disparara por encima de 1.000 puntos básicos en relación a los alemanes, debido sobre todo a los rumores de reestructuración de su deuda, a raíz de unas manifestaciones del ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble. El ministro había manifestado al periódico Die Welt, que "Grecia debería tomar nuevas medidas" lo que se interpretó como la necesidad de reestructurar la deuda, es decir, que los tenedores de su bonos deberían perder una parte de su valor.

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Schäuble manifestó ayer que había sido mal interpretado y destacadas autoridades de la UE aseguraron que Grecia no precisaba una reestructuración de su deuda. Así el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, manifestó que "no vemos una reestructuración de la deuda como una opción en esto momentos". Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, señaló que "todos estos rumores y especulaciones sobre la reestructuración de la deuda griega son completamente infundados". También Gertrude Tumpel-Gugerell, perteneciente al Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo, (BCE) reiteró que la entidad ya se había manifestado en contra de una reestructuración de la deuda griega "porque se ha acordado un programa de consolidación presupuestaria que este país está aplicando".

Papandreu dijo que las medidas de ajuste eran "una obligación patriótica" que era sólo el inicio de una larga lista de reformas que "provocarán un cambio radical en todos los sectores del Estado". El plan de privatizaciones, que afectará a empresas de electricidad, telecomunicaciones, loterías, aeropuertos, gas natural, entre otras permitirá reducir 20 puntos porcentuales la deuda del país, que sin la medida alcanzaría el 157% del PIB en 2012. El Gobierno prevé que la aplicación de este programa permitirá reducir el gasto de intereses del servicio de la deuda en unos 3.000 millones de euros anuales a los contribuyentes griegos.

En la misma jornada Irlanda se vio también zarandeada por la rebaja de dos escalones en la calificación de su deuda por parte de Moody's, desde Baa1 hasta Baa3. La consecuencia de esta rebaja provocó un encarecimiento de la prima de riesgo desde los 587 puntos básicos hasta los 621. El equipo del BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer terminó su visita al país de 10 días, manifestó que el Gobierno de Irlanda "está aplicando el programa adecuadamente pero que todavía persisten los desafíos y la clave estará en una aplicación firme de la política" decidida. Las tres instituciones aseguran que las medidas adoptadas permitirán reducir el déficit hasta el 3% en 2015, y aumentar el empleo, logrando así la sostenibilidad de las finanzas públicas.

El FMI, la CE y el BCE, estiman que la amplia recapitalización del sector bancario y las reformas anunciadas son "un gran paso adelante para restaurar la sanidad del sistema financiero". Las tres instituciones celebran los cambios legislativos previstos para eliminar las restricciones en los sectores protegidos como en el caso de los médicos y las farmacias porque creen que ayudarán a crear empleos.

Las tensiones en el mercado de deuda alcanzaron también a España que vio subir el diferencial español respecto el bono alemán hasta 202 puntos básicos, elevando la rentabilidad de los bonos a 10 años hasta el 5,42%, muy por encima del 5,33% del día anterior.

Por otra parte, el Tesoro portugués pagó la totalidad de una línea de Obligaciones que vencía ayer, con una deuda de unos 4.300 millones de euros más intereses, que ascendía en total a cerca de 4.500 millones. Es el último reembolso que Portugal hace efectivo con recursos propios, según se desprende de las declaraciones efectuadas esta semana por el ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, que admitió que el Estado sólo tenía liquidez para hacer frente a sus compromisos hasta finales de mayo. Los analistas de mercado coinciden en señalar que con los tipos de interés por las nubes -los bonos a cinco años llegaron al 10,58%-, el próximo vencimiento del 15 de junio, de 7.000 millones de euros, tendrá que ser reembolsado con ayuda externa.

Paralelamente, el Instituto de Gestión de Tesorería y de Crédito Público (IGCP) ha anunciado para el próximo 20 de abril dos subastas de billetes del Tesoro a tres y siete meses, con un montante entre 750 y 1.000 millones de euros. Las condiciones adversas del mercado han obligado a rebajar el límite máximo de la emisión, de 1.500 a 1.000 millones, y a reducir el vencimiento. El comunicado del IGCP deja la puerta abierta a otros cambios de planes para el segundo trimestre, lo que pone en duda las dos subastas previstas en mayo (3.000 millones de euros) y las dos de junio (1.500 millones).

El resultado de la emisión del miércoles próximo será, pues, decisivo para los futuros pasos del Tesoro portugués. En cualquier caso, es previsible que la subasta del día 20 sea la última antes de concretarse las condiciones del plan de rescate que el Gobierno en funciones del socialista José Sócrates discute estos días con representantes de la Comisión Europea, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Central Europeo (BCE).

El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Khan, en una entrevista al canal de televisión TVI, ha pronosticado un largo calvario para Portugal, con "ajustes presupuestarios dolorosos y durante mucho tiempo". En un alusión a las negociaciones en curso, advirtió que no será un camino rápido ni fácil. "Preferimos ir por la vía presupuestaria. Es un proceso más largo, pero es más realista que otros caminos".

En contraposición a las malas noticias, el Gobierno anunció un superávit de 432 millones de euros durante el primer trimestre de esta año. En el mismo período de 2010, el saldo fue de un déficit de 1.311 millones de euros, lo que supone una mejora de las cuentas públicas de 1.750 millones de euros.

El primer ministro de Grecia, Yorgos Papandreu, ayer al llegar al Parlamento acompañado de su portavoz.
El primer ministro de Grecia, Yorgos Papandreu, ayer al llegar al Parlamento acompañado de su portavoz.REUTERS

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