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Hacienda destapa 2.100 operaciones sospechosas con billetes de 500 euros

El valor de los movimientos detectados, la mayoría inmobiliarios, supera los 1.050 millones de euros

Lucía Abellán

Hacienda intenta desenmascarar a los grandes usuarios de billetes de 500 euros. Sobre la mesa de este departamento hay detectadas 2.100 operaciones realizadas con billetes de 500 euros que han levantado las sospechas de las autoridades tributarias. Los indicios de delito se basan en la gran cantidad de billetes empleados en cada operación: más de 1.000 de 500 euros. El valor mínimo de cada operación se cifra, por tanto, en medio millón de euros y el importe total de las 2.100 identificadas supera los 1.050 millones de euros. Gran parte de esos movimientos son inmobiliarios y se localizan en las zonas más prósperas del país: el arco mediterráneo y Madrid.

De los 2.100 casos, Hacienda ha seleccionado los 30 más voluminosos y ya les está siguiendo la pista. La investigación corre a cargo de la Agencia Tributaria, que identifica a los capos de esas 30 operaciones y los cita para que expliquen los motivos por los que han requerido esa cantidad de billetes de alta denominación. Si no son capaces de justificar legalmente las operaciones, los investigados se arriesgan a acabar en los tribunales.

Las autoridades están investigando a los 'capos' de los 30 casos más voluminosos
Los bancos deben identificar a quienes realicen transacciones superiores a 3.000 euros

El trasiego de billetes de 500 en España no es anecdótico. El 26% de todos los que circulan por la zona euro se refugia en las fronteras españolas, según los datos del Banco de España y del Banco Central Europeo. Y la tendencia es creciente. El porcentaje coincide prácticamente con el volumen de economía sumergida que se estima existe en España (entre el 20% y el 25%). La utilización de esos billetes es un indicio claro de operaciones que intentan escapar de la luz pública.

La institución española aclara que, más que de dinero en circulación, hay que hablar de dinero emitido menos retirado. El Banco de España controla los billetes que emite y los que retira, pero no los que puedan provenir de otros países, pues existe libre movimiento de capitales. El porcentaje de billetes de 500, por tanto, podría ser aun mayor de lo que recogen las estadísticas.

Ante esta anomalía, Hacienda encargó a principios de año una investigación de la que empiezan a conocerse algunos resultados. Gracias a la información suministrada por los bancos, la Agencia Tributaria ha identificado los casos más sospechosos. "No quiere decir que sean operaciones delictivas; se trata de investigarlas para ver si se ajustan a lo reglamentario o no", precisan fuentes de este departamento. La Agencia requirió a bancos, cajas, notarios y constructores que informaran de los movimientos en los que interviniera un gran número de billetes de 500 euros. "También han aportado datos empresas de seguridad encargadas de transportar dinero", añade José María Peláez, presidente de la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado, la más representativa de ese colectivo.

La investigación, que corre a cargo de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (dependiente de la Agencia Tributaria), consta de varias fases. La primera consiste en identificar a la persona o empresa que ha solicitado al banco un movimiento o una retirada de más de 1.000 billetes de 500 euros. A partir de ahí se la cita y se le pregunta para qué precisa esa cantidad. El investigado responde, por ejemplo, que para comprar un terreno. Entonces Hacienda se dirige al registro para ver si el terreno efectivamente ha sido escriturado o no y si la operación se ha registrado a precio de mercado.

Mediante cruces con bases de datos de la Agencia, se rastrea a ese individuo o empresa para descubrir si en su día declaró tal cantidad de dinero (proveniente, por ejemplo, de una venta legal) o si por el contrario se trata de dinero negro. De momento no hay ningún expediente concluido. "Hay que ir caso por caso", explican en este departamento.

Un alto cargo del Ministerio de Hacienda reconoce que buena parte de las operaciones está relacionada con el sector inmobiliario. No es de extrañar, pues la construcción es uno de los principales focos de dinero negro en España y en los últimos 10 años ha experimentado un auge sin precedentes.

Para poner en marcha esta investigación, la Agencia se ha amparado en los protocolos que han entrado en vigor este año para luchar contra el blanqueo de capitales. Además de informar sobre los billetes de 500, la banca española está obligada a identificar a los ciudadanos que realicen extracciones de dinero u operaciones superiores a 3.000 euros por si Hacienda pide detalles. Para ello, las entidades se quedan con una fotocopia del documento de identidad del interviniente.

El colectivo de inspectores confía en que el rastreo de los llamados billetes bin laden sirva al menos para atajar una porción del fraude. "Va ser muy fructífero. Las investigaciones que no se anuncian son siempre las más efectivas", explica Peláez.

Además de seguir la pista de los billetes más codiciados, los inspectores de Hacienda tienen clara la receta para mejorar la lucha contra el fraude: "Haría falta crear 100 unidades de investigación nuevas, además de las 11 que ahora existen". Esas unidades deberían desplegarse por todo el país para ocuparse de todo el fraude organizado y delictivo. "El problema es que la autoridad política no llega a dedicar todos los recursos necesarios", concluye el responsable de los inspectores.

Billetes de distintas monedas.
Billetes de distintas monedas.

El 26% de los billetes de la UE circula por España

La querencia española por el billete de 500 euros no es comparable a la de ningún otro país en la zona euro. Con una población de 44 millones de habitantes, España acoge 106 millones de billetes de 500 euros, el 26% del total. Más llamativa resulta la comparación con Alemania, la primera economía europea. Allí circulan unos 160 millones de billetes. Una cantidad muy poco superior a la española para casi el doble de población (82 millones de habitantes).También Italia, donde, como en España, la economía sumergida anida más fácilmente que en otros países, se queda corta. La diferencia entre billetes emitidos y billetes retirados se acerca a los 67 millones. Las cifras corresponden a diciembre de 2005, pues el Banco de Italia sólo las actualiza una vez al año. Teniendo en cuenta que la tendencia es ascendente, el volumen será ahora mayor.El dato más asombroso corresponde a Francia. El billete de 500 euros no cuenta allí con gran aceptación. Sólo se tiene constancia de 10 millones de billetes en 2005, pese a ser una potencia económica cuya población se acerca a 63 millones. Y la acogida es cada vez menor; al contrario que en la mayoría de los países, los billetes descienden mes a mes.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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