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Vuelta de tuerca a la política monetaria

Hipotecas y gasolina más caras

Créditos y carburantes cuestan más que cuando Trichet anticipó la subida - Los mercados se relajan al interpretar que no habrá un ciclo alcista de tipos

Tras la última reunión del BCE en junio, los analistas de Goldman Sachs utilizaron una expresión muy gráfica: "El BCE ha puesto el dedo en el gatillo. ¿Se atreverá a disparar?". Y sí, Jean-Claude Trichet apretó ayer el gatillo de los tipos. Pero utilizó balas de fogueo. Fue sólo un disparo de aviso. Expectantes ante su discurso, los mercados se relajaron al comprobar que no va a haber un ciclo de subidas de tipos, como se temían.

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En un salto de funambulista, Trichet ha pasado en un mes de la "máxima alerta" contra la inflación a mostrar su preocupación por el crecimiento. Como el paso del 4% al 4,25% estaba ya descontado, los mercados fueron ayer en dirección contraria a lo que cabe esperar cuando la política monetaria se endurece. El euro bajó y el petróleo también se relajó, aunque las cotizaciones siguen muy por encima de las que marcaban en el momento elegido por Trichet para anunciar el alza de tipos, hace ya un mes. La gasolina y las hipotecas son más caras que entonces. Y lo previsible es que sigan en niveles muy altos.

La economía europea atraviesa un momento de gran incertidumbre. Entre el hielo y el fuego. La inflación se ha calentado hasta máximos de los últimos 16 años. La desaceleración, cada vez más fuerte, congela la economía. La vivienda se desploma en varios países, con España a la cabeza. Y la crisis crediticia y petrolera vienen a complicar las cosas. En esa tesitura, los tipos de interés funcionan como un grifo. Una subida es como cerrar la llave del dinero: tiende a reducir el consumo y con ello la inflación, pero también desacelera la economía. Por eso Francia, España y Alemania pedían a Trichet que dejara intacto el precio del dinero.

Las consecuencias del movimiento de tipos y la promesa de no volver a tocarlos son numerosas. El petróleo llegó ayer a 146 dólares por barril, pero después se relajó por la caída del euro. Las Bolsas europeas subieron en torno al 1%, algo inusual tras una subida de tipos. Pero hay más.

- Petróleo y dólar. En la ensalada de causas que los expertos aliñan para explicar la subida del crudo, el ingrediente más repetido es la devaluación del dólar. Con la subida de tipos en la eurozona, la debilidad de la divisa estadounidense frente al euro se perpetúa y, en paralelo, se abaratan las apuestas en los contratos de futuro del petróleo, que se negocia en dólares. El resultado es que cada vez es más caro llenar el depósito del coche. Y que la escalada del precio se prolongará aún varios meses.

Según los últimos datos de la Comisión Europea, el precio de la gasolina súper 95 volvió a romper esta semana su récord, al marcar 1,26 euros por litro. Y el diésel se quedó a las puertas de batirlo, con 1,30 euros. Todos los indicios apuntan a que las subidas no acabarán ahí: en un año, la gasolina se ha encarecido un 15% y el gasóleo un 33,5%, mientras que el crudo de referencia en Europa ha pasado de 54 a 92 euros por barril, un 72% más. La materia prima supone entre el 30% y el 40% del precio final del carburante.

- Coche y avión, más caros. El gasto en carburante es uno de los más frecuentes para una familia española. Según la cesta de bienes que utiliza el Instituto Nacional de Estadística para medir el IPC, el 6% del gasto anual de una familia promedio se va en llenar el depósito del coche.

Así que gasolina o diésel más caros significan menos renta disponible, menos uso del coche para hacer compras y menos incentivos para adquirir un nuevo vehículo. Todo eso redunda en que el consumo privado, que ya da señales de flaqueza, se frene aún más. El incremento de costes por el petróleo afecta a todas las empresas, pero tiene especial significación para algunas actividades.

El encarecimiento de los carburantes vuelve a poner contra la pared a transportistas, agricultores o pescadores, entre otros sectores que ya se han movilizado para exigir ayudas al Gobierno. También han reclamado un plan de choque las compañías aéreas, en las que el coste por carburantes supera ya a los gastos de personal. Iberia, Air Europa o Spanair no han aumentado el recargo a los billetes por el repunte del combustible, pero no lo descartan.

- Hipotecas en rojo. Hace un mes, el Euríbor se disparó tras el anuncio de Trichet de la primera subida de tipos en la eurozona en más de un año. "Pero ahora el BCE ha dejado claro que no hay expectativas de nuevas subidas, por lo que no debería haber grandes oscilaciones", afirma Jordi Gual, economista jefe de La Caixa. A pesar del alza de tipos, los mercados de futuros apostaban ayer por una pequeña caída del Euríbor. El índice está en máximos históricos, en el 5,4%, tras una serie de subidas que se acentuaron hace un mes con el anuncio de Trichet.

El Banco de Pagos Internacionales -una especie de banco central de bancos centrales- ha asegurado esta semana que una subida de tipos afectará "rápidamente" a los hogares en países como España, en los que la inmensa mayoría de hipotecas están referenciadas a tipos de interés variables. Pero todo tiene su lado bueno: si suben los tipos, el ahorro se paga mejor. Las ofertas de depósitos bancarios mejoran.

- La vivienda, en dificultades. Una subida de tipos añade dificultades a un sector que cae a plomo. Además de encarecer los préstamos hipotecarios, dificulta también la posición de las empresas constructoras, muy endeudadas. Reduce la liquidez. Y si el Euríbor se mantiene en máximos, puede provocar más morosidad, más impagos y, a la larga, una caída del precio de la vivienda.

- España: malas noticias. La subida de tipos permite anclar las expectativas de inflación, y eso favorece a España, con los precios desatados por encima del 5%. Pero intensifica la desaceleración europea, que se ceba en economías como la española.

El presidente Rodríguez Zapatero fue el primero en afear a Trichet su anuncio de subida de tipos, que tensó los mercados y puede hacer más doloroso el ajuste al que se enfrenta la economía. Alemania y Francia se han sumado a las críticas, por lo que cabe pensar que la decisión es políticamente incorrecta. "Pero estaba en juego la independencia y la credibilidad del BCE en materia antiinflacionista", asegura Gual.

Lo que baja

- Euro. La moneda única europea respondió ayer con una brusca caída al discurso del BCE. Minutos antes del anuncio de Trichet, el euro cotizaba por encima de 1,59 dólares por unidad. Al final de la jornada estaba por debajo de 1,57. La principal causa, una vez más, es que el mercado no espera ahora el temido ciclo de subidas de tipos.

- Vivienda. El endurecimiento de la política monetaria y la subida de las hipotecas suponen un lastre más para la venta de viviendas, cuyo desplome superó el 30% en el primer trimestre.

Lo que sube

- Hipotecas. Hace un mes, el día antes de que Trichet anunciara por sorpresa la subida de tipos que ha materializado hoy, el Euríbor estaba al 5,12%. Ayer cerró al 5,43%, lo que supone un notable encarecimiento de las hipotecas. Trichet descarta ahora un ciclo de subidas, por lo que el Euríbor podría bajar hoy, a juzgar por el mercado de futuros.

- Gasolina. El petróleo marcó ayer de nuevo máximos históricos. Pese a que bajó ligeramente tras la decisión del BCE, sigue por encima de los 145 dólares por barril. El doble que hace un año.

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