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Bélgica destinará el dinero de la subasta de UMTS a un fondo de pensiones

Subasta en Italia

El Gobierno belga, que prevé un fuerte envejecimiento de la población para el año 2010 debido al baby boom, ha decidido crear un fondo especial para afrontar los gastos que esa situación comportará al Estado. Y la primera inyección de dinero para esta reserva vendrá de la telefonía móvil de tercera generación (con tecnología UMTS), que adjudicará el próximo noviembre mediante subasta. Bélgica pretende obtener unos beneficios mínimos de 40.000 millones de francos (160.000 millones de pesetas) que los más optimistas elevan a 100.000 (400.000 millones de pesetas), por la venta de las licencias de UMTS (Sistema Universal de Telecomunicaciones Móviles). Ambas cifras superan con creces la obtenida por España en la concesión de cuatro licencias de UMTS (una tecnología que permite acceder a Internet desde el móvil, entre otras aplicaciones), por las que ha recaudado 86.000 millones. El Reino Unido obtuvo 6,5 billones por el sistema de subasta y Alemania llegó a 8,4 billones. De hecho, el Gobierno español se ha visto obligado posteriormente a intentar recaudar más dinero (hasta 160.000 millones) mediante una tasa anual a todos los usuarios de espectro radioeléctrico.

El dinero obtenido por el Estado belga irá a parar en 2001 a la reserva especial de fondo de pensiones, que en un principio servirá para rescatar títulos de deuda pública, una práctica admitida por Europa para reducir esta factura.

La próxima subasta de licencias de teléfonos móviles de tercera generación, se inicia precisamente hoy en Italia con más incógnitas de las razonables. El Ministerio de las Comunicaciones informó ayer que el número de aspirantes en la subasta de cinco licencias se ha reducido a seis. Entre ellos figura Telefónica, asociada con la finlandesa Sonera. Dos de los ocho concursantes iniciales, Tu Mobile y Anthill, creados prácticamente de la nada para llegar a tiempo a la competición, se han caído ya de la parrilla de salida, eliminados por falta de garantías financieras.Contra todo pronóstico, se ha debilitado además la posición de Blu, uno de los consorcios mejor colocados para hacerse con una de las cinco licencias. British Telecom, socio tecnológico de Blu, que obtuvo la última licencia italiana de telefonía móvil, se ha mostrado reticente a última hora a realizar las enormes inversiones económicas requeridas para pasar a la tecnología UMTS.

El precio global de partida de la subasta se sitúa en 1,7 billones de pesetas, pero el Gobierno italiano espera embolsarse el doble de esta suma. Los consorcios con más probabilidades de obtener las licencias son los tres principales operadores de telefonía móvil Tim (Telecom Italia Mobile), Omnitel (Vodafone) y Wind (propiedad del monopolio eléctrico Enel y de France Télécom, que acaba de adquirir la compañía de telefonía fija Infostrada).

Para las restantes licencias optan Blue Ipse 2000 (el consorcio encabezado por Telefónica y Sonera) y Andala, en el que participa el grupo de Hong Kong Hutchinson Whampoa (51%) junto a la italiana Tiscali (25%) y una serie de bancos y empresas nacionales en menor proporción.

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