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Japón asume que reducirá sus previsiones de crecimiento por el terremoto

El Gobierno japonés admite que la tragedia y el accidente nuclear afectarán a sus exportaciones y al consumo de las familias

El Gobierno de Japón ha recortado hoy sus previsiones por primera vez en seis meses con el argumento de que el devastador seísmo y el tsunami que asolaron el noreste del país en marzo han debilitado a su economía. La revisión está en línea con el Banco de Japón, que también bajó sus proyecciones la semana pasada por el seísmo del 11 de marzo, diciendo que se mantendría bajo "una fuerte presión a la baja" por algún tiempo.

"La economía está mostrando debilidad en el último tiempo debido a la influencia del gran terremoto del este de Japón", ha admitido el Gobierno en su informe mensual para abril. Esta incertidumbre se suma a su análisis del mes pasado, cuando dijo que la recuperación de la economía tenía un débil soporte propio y que existían preocupaciones sobre la influencia del terremoto.

El Gobierno también ha revisado a la baja aspectos clave de la economía, incluyendo exportaciones, producción industrial y consumo privado, después de que el desastre y la posterior crisis nuclear interrumpieran las cadenas de suministros, así como provocaron escasez de electricidad. "La condición de la economía ya no es estable ni se encuentra estancada, sino más bien en dirección a la baja", dijo Shigeru Sugihara, director de análisis macroeconómico en la Oficina del Gabinete.

El Gobierno espera que la debilidad continúe en el corto plazo, pero que el alza se reanudará junto con la recuperación de la producción, lo que reflejaría la solidez de las economías en el exterior y los efectos de varias medidas de política. El Gobierno también advirtió de riesgos a la baja en el panorama económico que podrían derivarse de las limitaciones energéticas, el lento avance en el reinicio de las cadenas de suministros y el impacto de los crecientes precios del crudo.

El FMI afirmó el martes que la catástrofe natural y el accidente en Fukushima dejarán al final un impacto equivalente a entre el 3% y el 5% del producto interior bruto japonés. Pero ese es el cálculo del daño, no el efecto sobre el crecimiento económico. El Fondo solo ha rebajado dos décimas su previsión de crecimiento de la economía nipona, del 1,6% que estimaba en enero al 1,4% actual. Además, es más optimista que otros pronósticos como el de la OCDE, que vaticinó la semana pasada una recaída en la recesión durante este año y considera incluso que el crecimiento japonés en 2012 ya será del 2,1% (tres décimas por encima de la última previsión).

Según el FMI, ni la caída de la actividad comercial ni los problemas financieros van a transmitirse a otras economías. Donde sí puede haber dificultades es en la industria, por la importancia de Japón en la cadena de suministro global.

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