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Japón frena la caída de la economía por la reconstrucción

El PIB nipón se contrae un 1,3% entre abril y junio, la mitad de lo esperado

La economía japonesa continúa el proceso de recuperación tras el fuerte impacto sufrido como consecuencia del terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo y la crisis nuclear desencadenada por la catástrofe. El producto interior bruto (PIB) del país asiático se contrajo un 1,3% en el segundo trimestre (abril-junio) respecto al mismo periodo un año antes (un 0,3% en tasa intertrimestral). Se trata del tercer trimestre seguido de caída del PIB.

La contracción es, sin embargo, mucho menor que el 2,6% que esperaban los analistas, gracias a que los trabajos de reconstrucción por el terremoto y la fuerte actividad que están experimentando algunas industrias están compensando los efectos del desastre y la fortaleza del yen.

Los expertos prevén que Japón salga de la recesión este trimestre, aunque existe una creciente incertidumbre sobre la demanda global y el alcance y el calendario del gasto para la reconstrucción. Así lo manifestó también ayer el ministro de Finanzas, Yoshihiko Noda, quien dijo que el Gobierno tomará las acciones que hagan falta para frenar la subida del yen. "Tenemos que conducir la economía con mucho cuidado porque aún tenemos riesgos, incluido el problema de un yen en alza", dijo Noda, informa Associated Press.

La economía japonesa sufría problemas ya antes de la catástrofe. Durante años, ha registrado deflación y tiene que hacer frente al alto endeudamiento público y a una población cada vez más anciana. Las compañías japonesas se han hecho muy dependientes de los mercados exteriores para compensar la falta de demanda interna, pero el pasado trimestre las exportaciones cayeron un 4,9% -el mayor descenso en más de dos años-, debido a la fortaleza del yen, a la ralentización de la demanda global y a la caída de la producción industrial local.

El yen, impulsado por la debilidad del dólar, ha subido alrededor del 5% en poco más de un mes, hasta justo debajo del récord de 76,25, y por encima de los niveles que las principales empresas japonesas han utilizado para sus previsiones de resultados. Una divisa fuerte hace los productos menos competitivos en el exterior y erosiona los beneficios repatriados desde el extranjero.

Tokio intervino en el mercado de divisas y suavizó la política monetaria el pasado 4 de agosto para frenar el ascenso del yen. Una potencial escalada de la crisis de la deuda en Europa podría afectar gravemente a las exportaciones japonesas, lo que incrementaría las posibilidades de nuevas intervenciones para vender yenes y relajar la política monetaria para asegurar la recuperación.

La inversión en capital aumentó un 0,2% en el segundo trimestre, mientras que la inversión pública creció un 3%. Se trata -en este último caso- del primer avance que experimenta en seis meses, lo que pone de relieve los esfuerzos de reconstrucción.

El Gobierno del primer ministro Naoto Kan ha aprobado dos partidas presupuestarias por un total de seis billones de yenes (54.180 millones de euros) para limpiar los escombros y construir casas temporales en las zonas afectadas por la catástrofe. Está trabajando en un tercer presupuesto, que podría incluir ayudas a las empresas a paliar la fortaleza del yen.

Tokio rebajó la semana pasada sus previsiones de crecimiento para el año que comenzó en abril al 0,5%, frente al 1,5% que estimó en enero pasado, antes del terremoto.

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