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Japón se mantiene como segunda potencia mundial

El PIB japonés avanza un 1,1% en el cuarto trimestre gracias al consumo de las familias

La economía japonesa creció más rápido de lo esperado en el cuarto trimestre con un alza del 1,1% frente a los tres meses precedentes y un 4,6% anual, estimulada por un rebote del consumo de las familias y la inversión empresarial. Sin embargo, el impacto del menor gasto gubernamental por la retirada de las ayudas públicas posiblemente llevará a una desaceleración en 2010. En cualquier caso, de momento, el dato conocido hoy mantiene a Japón como segunda economía mundial por delante de China, pese a su persistente deflación y su enorme deuda pública.

El dato del último trimestre eleva el PIB total de Japón en 2009 a 5,08 billones de dólares (3,73 billones de euros), aún ligeramente por encima del gigante chino, que alcanzó 4,91 billones de dólares (3,60 billones de euros) el año pasado. Los analistas coinciden en que China, con su vertiginoso ritmo de crecimiento -un 8,7% en 2009-, arrebatará previsiblemente en 2010 a Japón un liderazgo que posee desde hace 40 años, cuando se acercó al nivel de EEUU en la época del milagro económico y el boom industrial.

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La expansión fue posible por el primer avance de la demanda doméstica en siete trimestres. En concreto, el consumo de los hogares contribuyó con un 0,6% al crecimiento, al mismo tiempo que las exportaciones se han recuperado mientras los subsidios para los bienes con consumo eficiente de energía avivaron el gasto de capital.

Para el Gobierno, este avance no le permitirá lanzar las campanas al vuelo, debido a que el envejecimiento de la población, la caída en los salarios y la gran brecha que existe entre la oferta y la demanda están empujando a la baja los precios. Un fenómeno que deja a las autoridades ante una pregunta que hasta el momento no han respondido satisfactoriamente: cómo alcanzar un alto crecimiento cuando la enorme deuda pública limita su capacidad de impulsar la economía, y toda vez que el banco central ha agotado sus opciones convencionales de política monetaria.

El crecimiento en el cuarto trimestre fue el más acelerado desde la expansión del 1,3% que registró entre abril y junio del 2009. Por su parte, la oficina nacional de estadística ha revisado los datos del segundo trimestre, que frenó su avance entre julio y septiembre. Así, el incremento del último trimestre fue mayor que el promedio previsto por el mercado de un aumento del 0,9%, y se traduce en un aumento de un 4,6% interanual, que supera el pronóstico de un 3,7%.

Aunque las cifras positivas del PIB podrían reducir la presión del Gobierno sobre el Banco de Japón para que relaje su política monetaria en el corto plazo, el banco central posiblemente se apegará a su receta de relajación monetaria en momentos en que sigue atento a los riesgos bajistas para el crecimiento.

"El BOJ, aunque no lo diga, continuará prefiriendo las políticas que incentiven un yen débil", analiza Takuji Okubo, economista en jefe de Societe Generale Securities en Tokio. "A medida que la economía mundial se recupere y los bancos centrales comiencen globalmente a ajustar sus políticas monetarias, es posible que el BOJ no siga sus pasos, debilitando al yen de manera natural", agrega.

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