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Kerviel: "Mientras ganaba dinero, mis superiores hacían la vista gorda"

BNP despide, por desvío de fondos, al hermano del operador de Société Générale

La reputación del sistema de control de Société Générale (SG) ya estaba maltrecha desde que el tercer banco francés anunciara la semana pasada que las maniobras fraudulentas de un solo operador, Jérôme Kerviel, le habían ocasionado un agujero de 4.900 millones de euros.

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Pero la declaración de Kerviel ante la policía, difundida ayer por medios franceses, es una carga de profundidad en su línea de flotación. "No puedo creer que mis superiores no tuvieran conciencia de las cantidades que invertía, es imposible generar tales beneficios [declaró 55 millones en 2007] con posiciones pequeñas. Mientras estaba en positivo, mis superiores hacían la vista gorda", sostuvo Kerviel durante el interrogatorio del sábado.

"Lo que tenía en la cabeza era hacer ganar dinero a mi banco, en ningún caso enriquecerme personalmente", afirmóKerviel, que llega a definirse como "un generador de cash". Los jueces que investigan el caso le dejaron en libertad este lunes, tras imputarle por abuso de confianza, falsificación e intromisión en sistemas de datos, pero no por estafa.

La admisión de culpa de Kerviel, de 31 años, es clara: "Reconozco haber tomado posiciones enormes [según SG, arriesgó 50.000 millones en contratos de futuros], que podrían considerarse fuera de los límites de mi mandato. Y es verdad que si quería esconder una posición importante, pasaba una operación de naturaleza ficticia para dar a entender que la posición que he tomado está cubierta por esa falsa operación, lo que conducía a suavizar mis resultados".

La forma de negocio más habitual en la oficina de Kerviel era el arbitraje: por un lado se comprometen grandes sumas de dinero en compras de un valor y, al mismo tiempo, se toman posiciones vendedoras del mismo valor y de una magnitud similar, en otra plaza financiera. El beneficio se obtiene por las pequeñas diferencias de cotización entre plazas financieras.

Kerviel asegura que realizó en 2005 su primera apuesta cubierta por una maniobra ficticia, con una opción de venta de títulos de la aseguradora Allianz. "Poco tiempo después, el mercado se hundió tras los atentados de Londres, y fue un jackpot [premio gordo] de 500.000 euros", explicó Kerviel.

"Un resultado así genera la necesidad de continuar, es como un efecto bola de nieve", añadió el broker. A finales de 2007, sus contratos de futuro tenían unas plusvalías latentes de 1.400 millones. "Estaba contento, orgulloso de mi mismo, pero no sabía como justificarlo", agregó. Finalmente, declaró 55 millones, lo suficiente para lograr un bono de 300.000 euros (su sueldo era de 48.000 euros).

En el arranque de 2008, su suerte cambió y lo que eran ganancias se tornaron en pérdidas. El operador creyó que podía capear el temporal, pero entonces el banco le descubrió y al deshacer sus contratos, afloró un agujero de 4.900 millones.

"Las técnicas que yo utilizaban no son sofisticadas", mantuvo Kerviel, en oposición a los que le describen como un genio de la informática. "Utilicé una función de nuestro sistema de mensajería interna que me permitía reutilizar el encabezamiento de un mail que me habían mandado, cambiando el texto . Escribía el texto que yo necesitaba y el correo tenía entonces toda la apariencia de un correo original", aseguró

Kerviel respondió con estos correos, que daban la apariencia de que un banco internacional confirmaba sus operaciones, cuando SG planteaba dudas sobre su procedimiento. E insistió en que sus superiores, ya destituidos, tampoco pusieron mucho empeño en investigarlo. "Mientras ganamos y no se ve demasiado y conviene, no dicen nada", sentenció. El broker aseguró que el back office, la departamento de control, mandó varios correos a su oficina, con preguntas sobre su proceder. Pero no hubo respuesta.

Las maniobras de Kerviel llevaron a otro banco francés, BNP, a investigar como actuaba uno de sus empleados, Olivier Kerviel, hermano mayor de Jérôme. Ayer, anunció su despido por desvío de fondos.

La ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, atiende preguntas en la Asamblea Nacional.
La ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, atiende preguntas en la Asamblea Nacional.AFP

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