_
_
_
_
_

Kirchner tacha de "incorregibles" a algunos empresarios españoles

El presidente argentino reacciona a las críticas recibidas por su esposa

Alejandro Rebossio

Al presidente argentino, Néstor Kirchner, no le gustaron las peticiones de aumento de tarifas de los servicios públicos ni las críticas a su país que empresarios españoles le formularon el pasado miércoles en Madrid a su esposa y candidata a sucederlo, Cristina Fernández. Ayer, en un acto en la Casa Rosada, Kirchner dijo que "hay ciertas maniobras de empresarios españoles que son incorregibles".

Más información
Aznar hace de introductor de un inversor inmobiliario ante el presidente argentino

Cristina Fernández de Kirchner regresó ayer a Buenos Aires después de tres días de visita a España para presentar su candidatura para las elecciones de octubre próximo y en los que se entrevistó con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y visitó a los Reyes. También compartió un almuerzo con un grupo de empresarios, incluidos los presidentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán; de Telefónica, César Alierta; de Repsol YPF, Antonio Brufau; de BBVA, Francisco González; Juan Miguel Villar Mir, de OHL; de Gas Natural, Salvador Gabarró; el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, y el director general del Banco Santander, Francisco Luzón.

Dicha reunión reprodujo la tensión que se vivió con su marido en 2003 en el mismo lugar y con representantes de las mismas empresas. Los empresarios centraron sus intervenciones en preguntar por el "atraso" en las tarifas de servicios públicos y en criticar la inseguridad jurídica del país. No obstante, el momento de más tirantez se produjo cuando el presidente del BBVA le preguntó a la senadora si defendía las ideas de su marido o tenía las suyas propias, además de censurar a Argentina por ser "el país que peor está aprovechando" la bonanza económica de la región.

Cristina Fernández fue virulenta y le contestó que la que estaba sentada allí era ella y no su marido, y que tenía sus propias ideas. Después afirmó que los bancos y empresas españoles han ganado mucho dinero en su país y que debían apretarse el cinturón. Defendió la paralización de las tarifas, aunque dijo que iba a estudiar la petición de las compañías, pero les pidió que comprendieran la situación social de Argentina (el 27% de la población aún es pobre).

Desde la devaluación del peso -en 2002-, los precios de la telefonía fija, el gas y la electricidad para los hogares se mantienen igual, pese a que la inflación acumulada ha sido del 98%. En cambio, han subido alrededor del 15% los peajes de autopistas y las tarifas de gas y electricidad para grandes usuarios.

'Lobby' permanente

El presidente argentino se despertó ayer con la noticia de las tarifas en las portadas de los periódicos, y entonces aprovechó un acto por la subasta de obras de energía para cargar contra "algunos empresarios españoles". "Yo los conozco. Están haciendo lobby permanentemente y esto hay que tenerlo claro. No digo que lo hagan con mala fe. También hay buenos empresarios".

Kirchner reaccionó después del comunicado de prensa que difundió Díaz Ferrán tras la comida, y que decía que esperaba para las empresas españolas "un marco más estable de cara al futuro que les permita seguir desarrollando sus inversiones y mejorando la competitividad global de la economía argentina". El presidente suramericano declaró que la renegociación de los contratos de las empresas de servicios públicos, que comenzó en 2002, "es absolutamente clara".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_