_
_
_
_
_

Lagarde sitúa la deuda soberana como prioridad en su gestión del FMI

La sucesora de Strauss-Kahn en el organismo internacional alerta del riesgo de sobrecalentamiento y de inflación en algunos mercados de países emergentes

Antonio Caño

Christine Lagarde situó ayer el problema de la deuda soberana al frente de los problemas que tendrá que gestionar como nueva directora del Fondo Monetario Internacional y alentó a los partidos políticos de Grecia a tomar "las decisiones valientes" que se adoptaron antes en Irlanda y Portugal.

Lagarde utilizó su primera conferencia de prensa al frente de este organismo para intentar transmitir confianza en la institución y calmar las aguas revueltas por el episodio protagonizado por su antecesor, Dominique Strauss-Kahn, más que para implicarse directamente en las principales amenazas actuales a la economía mundial.

Postergó cualquier opinión sobre el endeudamiento en algunos países europeos hasta la reunión que el directorio del FMI mantendrá mañana sobre el tema, aunque reconoció que la crisis de la deuda, en su conjunto, es la preocupación central en estos momentos. "Los asuntos más acuciantes tienen que ver con el problema de la deuda soberana, que es más amplia que la de la zona euro", dijo.

La nueva directora llamó a su antecesor y destaca la calidad de su trabajo
Más información
Lagarde, una dirigente ejemplar y con perfil anglosajón
El FMI impone a Lagarde normas éticas más severas

Lagarde explicó que esta cuestión tiene varios ingredientes, desde la dificultad que representa "la falta de soberanía política en una sola capital" de Europa, hasta las consecuencias que el endeudamiento en las economías de los países desarrollados tienen en las naciones en desarrollo.

"Estamos haciendo frente a problemas diversos: por un lado tenemos el asunto de la deuda soberana, y eso preocupa a todas las economías avanzadas, desde Japón a Estados Unidos, pero con un claro foco en la zona euro y en particular en Grecia; de otro lado, vemos en los mercados emergentes, en algunos lugares, el riesgo de sobrecalentamiento y de inflación", manifestó. El FMI tratará de actuar en todos esos casos, según dijo Lagarde, con independencia y sin favoritismos. "Ningún país va a tener trato especial", aseguró.

Lagarde asume la dirección de este organismo en un complejo momento económico, pero también en plena crisis de credibilidad de la institución, tanto por la oposición a sus políticas entre muchos de los ciudadanos afectados por ellas, como por el último terremoto ocurrido en su seno. La nueva directora tuvo algunas palabras de elogio hacia su antecesor, detenido por violación y ahora en libertad provisional.

En una entrevista con el canal de televisión France 24, Lagarde explicó que ha telefoneado a Strauss-Kahn para tratar "ciertos asuntos en curso y reformas en las que había tomado la iniciativa". "Ha sido un contacto profesional y consagrado exclusivamente a la sucesión", dijo Lagarde, que se limitó a expresar su respeto por la presunción de inocencia.

Para Lagarde, de nacionalidad francesa como Strauss-Kahn, este es un capítulo difícil de manejar. Criticarle puede ocasionarle problemas políticos en Francia; respaldarle le causaría problemas en la sede de su organización en Washington. "Lo más importante para mí", contestó en su primera rueda de prensa como directora del FMI, "es que la institución está orgullosa de sus logros. Hay razones para estar orgullosos de lo conseguido con el anterior director y soy la primera en reconocer la calidad del trabajo y de las reformas que se han hecho". Algunas de esas reformas, como la que afecta a la política sobre el desempleo, tienen aún que ser consolidadas.

Lagarde, en su primera rueda de prensa como directora del FMI.
Lagarde, en su primera rueda de prensa como directora del FMI.BRENDAN SMIALOWSKI (AFP)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_