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Reportaje:Economía global

Llueve sobre mojado en Cuba

La devastación de los huracanes pone de manifiesto la urgente necesidad de reformas

"Ahora más que nunca en Cuba hacen falta las reformas", dice Domingo, uno de los muchos vecinos de Viñales que se ha quedado sin techo. En este municipio cubano de 27.000 habitantes, los ciclones Ike y Gustav arrasaron el mes pasado tres de cada cuatro casas -aproximadamente, 6.300 viviendas sufrieron graves daños- y la infraestructura productiva del tabaco quedó devastada. Se perdieron cosechas enteras de maíz, yuca y plátano, e igual que en Viñales el panorama en todo el país es desolador.

El Gobierno ha calculado en 5.000 millones de dólares los daños provocados por los huracanes, un 10,5% del PIB. A las 450.000 casas afectadas -un 15% del fondo habitacional- hay que sumar la pérdida del 30% de las cosechas, que ha tenido un efecto inmediato en la mesa de los cubanos. De agosto a septiembre, la venta de productos agrícolas cayó un 80%. "La gente puede soportar muchas cosas, pero con el estómago no se juega", advierte Domingo, que como muchos cubanos cree que "el verdadero huracán" empieza ahora. Lo dicen también reputados economistas: "Llueve sobre mojado".

Las altas tasas de crecimiento no se traducen en mejoras del nivel de vida
Los ciclones han agudizado viejos problemas económicos

Los ciclones han agudizado problemas económicos que son viejos y tienen mucho que ver con la camisa de fuerza que constriñe todo el aparato productivo de la economía socialista. Un dato: en un país que importa el 80% de los alimentos, la ineficiencia estatal y la falta de estímulos para producir ha hecho que el 50% de las tierras del Estado estén hoy sin cultivar.

La productividad del sector agrícola lleva años deprimida y el aporte al PIB del sector industrial (12,3%) es menor que hace 20 años, señalan economistas como Pavel Vidal y Omar Everleny en sus investigaciones. Paradójicamente, la economía cubana crece a ritmo acelerado desde hace cuatro años. En 2006 el crecimiento fue del 12,5%, y del 7,5% en 2007, según datos oficiales.

Este crecimiento y otros datos macroeconómicos positivos, como el superávit en la balanza de pagos internacionales, no se ha traducido, sin embargo, en mejoras significativas del nivel de vida de los cubanos ni en una reanimación de sectores productivos tradicionales. El crecimiento descansa básicamente en el sector de los servicios, que ha triplicado en pocos años su peso en la economía, llegando a significar el año pasado el 76% del PIB.

Dentro de este sector el turismo no es la locomotora, sino la comercialización de servicios médicos y técnicos en Venezuela, donde trabajan más de 30.000 profesionales de la salud y la educación. Es la piedra angular de un intercambio comercial que superó el año pasado los 2.700 millones de dólares y que garantiza a Cuba el suministro a precios preferenciales de 98.000 barriles diarios de petróleo.

Sin embargo, cada vez se escuchan más voces, como la del investigador Juan Triana, que advierten de la tentación de "reproducir la antigua deformación estructural que tipificó a nuestra economía

[el monocultivo azucarero] y fomentar la dependencia de un solo sector".

Según expertos cubanos, ya antes de los huracanes la economía cubana vivía una situación de gran tensión, agravada por las medidas del embargo económico de EE UU y la subida del precio del petróleo y de los alimentos, que para Cuba supondrá un gasto extra de 1.000 millones de dólares este año.

En septiembre, el Banco Central de Cuba informó a algunos acreedores que la deuda externa del país se había incrementado en 1.100 millones en 2007, y según Pavel Vidal, antes del paso de los ciclones se dejó de pagar a socios como Japón. Unido a ello, la caída de los precios del níquel -principal producto de exportación-, el estancamiento del turismo y ahora los huracanes, que obligará a la erogación de recursos millonarios para enfrentar la catástrofe, hacen prever un gris panorama.

En recientes artículos de Triana, Vidal y Everleny, las propuestas sobran: medidas para solucionar los desequilibrios actuales derivados de la dualidad monetaria y para que el salario se convierta en un verdadero estímulo para producir; desarrollo de la pequeña y mediana empresa cooperativa y privada; apertura decidida a la inversión extranjera; reactivación del mercado interno; aceleración del proceso de entrega de tierras a los campesinos y autonomía verdadera a los productores; desenredar los nudos que atan las fuerzas productivas y que actúan como una camisa de fuerza sobre la economía...

En Pinar del Río, sin techo en su casa, Domingo resume: "Ahora más que nunca son necesarios los cambios". En el Centro de Estudios de la Economía Cubana, Pavel Vidal diagnostica: "Son las transformaciones estructurales las que permitirían activar nuevamente el crecimiento económico. El actual no parece ser el momento para aplazar las reformas estructurales, sino para apresurarlas". Hay coincidencia, pero de momento nada...

El huracán se llevó por delante muchas viviendas y dejó sin luz a sus habitantes más de 20 días.
El huracán se llevó por delante muchas viviendas y dejó sin luz a sus habitantes más de 20 días.JOSÉ GOITIA

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