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Londres baja por sorpresa el impuesto de sociedades para atajar el bajo crecimiento

La economía británica creció este año medio punto menos de lo esperado y se han recortado también las expectativas de crecimiento para este año y el siguiente. La inflación, que está ahora en el 4,4%, seguirá por encima del objetivo del 2% hasta 2013. La deuda pública alcanzará este año el 60% del PIB y llegará al 71% en 2012. Y, sin embargo, el canciller del Exchequer (ministro del Tesoro), George Osborne, desconcertó a la oposición al incluir en los presupuestos para este año fiscal dos inesperadas rebajas fiscales: un simbólico recorte de un penique por litro en el precio de la gasolina y una significativa rebaja de dos puntos en el impuesto de sociedades.

Es, a pesar de estas rebajas, un presupuesto con vocación de neutralidad fiscal a lo largo del ejercicio. Una neutralidad posible porque las draconianas medidas del ajuste que vive el país fueron tomadas por la coalición de conservadores y liberales-demócratas nada más llegar al Gobierno, aún no hace un año.

Aunque presupuestariamente absorbido, está aún por ver el daño político que aún puede producir ese ajuste. Con las perspectivas de crecimiento recortadas para este año del 2,1% al 1,7% y las del que viene del 2,6% al 2,5%; con la inflación instalada previsiblemente entre el 4% y el 5% durante todo 2011, lo que augura una subida de tipos a pesar de la fragilidad del crecimiento; con el desempleo creciendo y con el impacto de los recortes lejos de ser absorbido, Osborne se ha decantado por no tocar casi nada en profundidad y quitar con una mano lo que da con la otra.

El canciller del Exchequer ha decidido eliminar el sistema del anterior Gobierno por el que el impuesto sobre la gasolina se actualiza automáticamente de acuerdo con la inflación. Eso le ha permitido suprimir un aumento de cuatro peniques (4,6 céntimos de euro) y ha decidido redondear el caramelo con un penique adicional. Para compensarlo, y con creces, ha decidido aumentar drásticamente los impuestos que gravan la extracción de petróleo y gas del mar del Norte. Una subida que, según la oposición laborista, acabarán pagando los conductores en las gasolineras.

Pero el anuncio más llamativo ha sido el del recorte de dos puntos en el impuesto de sociedades, que pasa este año del 28% al 26%, un punto menos de lo esperado, y seguirá cayendo un punto adicional cada año hasta el 23%.

Otro anuncio potencialmente interesante ha sido el compromiso de estudiar la posibilidad de fundir el IRPF y las cargas de la Seguridad Social en un único impuesto. Un cambio en principio neutral para los contribuyentes pero que puede simplificar de forma muy significativa la gestión de las empresas.

Otras medidas destacadas son: aumentar en 630 libras, hasta las 8.105 libras (9.320 euros), el mínimo exento del IRPF; crear un fondo equivalente a 290 millones de euros para la compra de nuevas viviendas a familias de ingresos modestos; y aumentar a 50.000 libras (57.500 euros) la tasa anual para los no residentes fiscales que lleven más de 12 años viviendo en Reino Unido.

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