Luzón abandona por sorpresa el Santander con derecho a una pensión de 56 millones
El Consejo del Banco Santander tiene previsto aprobar el lunes la salida de Francisco Luzón como consejero director general para América tras su renuncia por sorpresa. Su puesto como director general lo ocupará Jesús Zabalza, su segundo desde 2002, cuando se incorporó al Santander procedente de La Caixa. Luzón, que acumulaba una dotación de pensión para su jubilación de 56 millones al cierre de 2010, deja el cargo para dedicarse a otros compromisos no especificados.
De 64 años y natural de Cañavate (Cuenca), Luzón entró en el Santander en 1996, el mismo año en que dejó la presidencia de Argentaria, entonces entidad pública y en la que le destituyó el PP tras ganar las elecciones de 1996. Fue sustituido por Francisco González, actual presidente de BBVA.
Emilio Botín, presidente del Santander, le llamó para que se encargase de estrategia, comunicación y relaciones institucionales y, desde 1999, de la división América, dependiendo de él directamente la expansión por el continente, que ahora es la principal fuente de ingresos y beneficios del banco.
Algunas fuentes señalan que su renuncia puede deberse a que, tras haber cumplido el desarrollo latinoamericano, no tenía un futuro concreto en la entidad. En su entorno y en el del banco rechazan, sin embargo, que haya habido razones extraordinarias que motivaran su marcha.
Luzón inició su carrera en el Banco de Vizcaya y fue uno de los consejeros más jóvenes que integraron el antiguo BBV, fusión entre esa entidad y el Bilbao. El directivo formaba parte del equipo encabezado por Pedro Toledo y en el que también estaban Alfredo Sáenz, actual vicepresidente y consejero delegado del Santander, y Ángel Corcóstegui.
Tras la integración de los bancos vascos, Carlos Solchaga, entonces ministro de Economía, le encargó llevar a cabo la fusión de toda la banca pública, dando lugar a Argentaria. En la actualidad, Luzón también es consejero de Inditex, y recientemente recibió del Gobierno socialista la Medalla al Mérito del Trabajo. También fue distinguido como doctor honoris causa de la Universidad de Castilla-La Mancha.
