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Merkel y Sarkozy urgen la reforma financiera en la UE

Reclaman por carta a Barroso prohibir ventas a corto plazo

Andreu Missé

Alemania y Francia quieren acelerar las iniciativas de la UE para poner coto a las operaciones financieras especulativas, especialmente en el mercado de deuda soberana. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dirigieronel miércolesuna carta al presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, en la que le plantean que proponga una regulación de las operaciones de derivados "que debería incluir la posibilidad de prohibir a nivel europeo las ventas a corto plazo en descubierto de todas o ciertas acciones y obligaciones y ciertos CDS al descubierto sobre deuda soberana". Las operaciones a corto plazo al descubierto se refieren a las ventas de títulos que no se poseen o se han pedido prestados. Se trata generalmente de apuestas a la baja que amplifican la caída de los títulos y, en consecuencia, encarecen el precio que tienen que pagar los emisores, sean Estados o empresas.

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La iniciativa adoptada ahora conjuntamente intenta aparentar un clima de buen entendimiento entre ambos países en esta materia tras la actuación unilateral de Berlín al margen de la Comisión y de los demás Estados miembros, incluida significativamente Francia. El pasado 18 de mayo, pocas horas después de la reunión del Ecofin, Berlín sorprendió a sus socios con el anuncio de la prohibición de las operaciones financieras a corto plazo al descubierto de bonos de deuda soberana, las acciones de sus 10 mayores empresas y CDS (credit default swap, seguros para cubrir el impago de créditos). La idea de perseguir este tipo de operaciones ya fue manifestada en una carta anterior promovida también por Merkel y Sarkozy el pasado 10 de marzo, dirigida a Barroso, Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, y al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en la que se proponía de manera más explícita que "debemos impedir que las actividades especulativas creen tal incertidumbre sobre los mercados que los precios dejen de aportar una información correcta y que el coste de financiación de los Estados pueda alcanzar niveles injustificados".

En todo caso, la iniciativa de Berlín y París ha sido recogida con satisfacción por la Comisión, a pesar de que se la apremia a presentar una propuesta para el Ecofin del próximo mes de julio. La portavoz de la Comisión, Pia Ahrenkilde Hansen, manifestó que la Comisión "trabaja rápidamente" sobre un paquete legislativo de productos derivados que se encuentra en la fase final.

La iniciativa franco-alemana pone cierta presión al comisario de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, quien la semana pasada había anunciado que la propuesta de regulación de productos derivados se presentaría en septiembre. En este sentido, el mensaje de la misiva es claro cuando se pide al Ejecutivo comunitario "que acelere sus trabajos" dado que existe "una necesidad urgente" de actuar.

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