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ALEMANIA | El impacto de la crisis

Merkel se agarra a las reformas de Schröder

Tras un invierno inmune al enfriamiento global, el pronóstico sobre la marcha de la economía alemana ha virado de rumbo. El sensacional avance del primer trimestre (2,6%, la mayor tasa de crecimiento anual de la década), devolvió a la mayor economía de Europa su tradicional puesto de vanguardia. Pero la dicha ha durado poco: los expertos discuten si la economía alemana se estancó o retrocedió esta primavera y coinciden en que seguirá renqueante a medio plazo. Una situación que no encuentra respuesta en el Gobierno alemán, que se debate en discusiones internas de sabor preelectoral.

La coalición de CDU y SPD adoptó como programa económico el desarrollo de las reformas de la Agenda 2010 aprobadas por Gerhard Schröder, el socialdemócrata que precedió a Angela Merkel en la cancillería. El ciclo expansivo iniciado en 2005 se apoya en los frutos de las reformas de la fiscalidad (bajó el impuesto al trabajo y las empresas, aumentó el IVA), las pensiones y la sanidad. Pero ahora los expertos creen que ese ciclo agoniza, lastrado por la crisis internacional y la inflación disparada.

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Europa también teme a la recesión

A falta de datos oficiales, la Cámara Alemana de Industria y Comercio pronosticó hace unos días una reducción "casi del todo segura" del PIB en el segundo trimestre. El índice que elabora el centro de investigación ZEW para medir la confianza de los inversores marcó un mínimo histórico. El estudio de confianza empresarial del Instituto Ifo no es tan negativo.

Tanto Micheal Schröder, del centro ZEW, como Klaus Abberger, de IFO, creen muy difícil que haya recesión este año, pero prevén peores resultados para 2009. Y dudan de la capacidad de respuesta del Ejecutivo de Merkel. Schröder y Abberger están de acuerdo en que las medidas del Gobierno son ahora "poco relevantes" en comparación con el último plan de reformas. Para Schröder, la gran coalición está "paralizada". Abberger critica que el Gobierno se entretenga en acalorados debates sobre "pequeñeces" y, en la recta final de la legislatura, evite las decisiones de calado.

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