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El 'no' de Merkel a ampliar el fondo de rescate hunde el euro al mínimo anual

- El aviso de la canciller da la vuelta a los mercados, que cierran con pérdidas - El Tesoro español coloca más deuda de la prevista gracias a la caída de precios

Luis Doncel

En tiempos convulsos, cada paso hacia adelante es complicado. Conscientes de ello, los líderes de la UE prefirieron cerrar la cumbre de la semana pasada con algunos acuerdos que quedaban en el aire, con la esperanza de perfilar los detalles en un futuro cercano. Es el caso del fondo de rescate permanente, llamado Mecanismo Europeo de Estabilidad. Los 26 jefes de Estado o de Gobierno -todos menos el de Reino Unido- adelantaron su puesta en marcha a julio de 2012 y dejaron la puerta abierta a una posible ampliación de su capacidad por encima de los 500.000 millones de euros pactados. No ha pasado ni una semana y la canciller alemana cerró ayer esa puerta. Con el portazo, Angela Merkel se llevó por delante las ganancias que vivían las Bolsas, la mejoría en la prima de riesgo y, sobre todo, la cotización del euro, que ayer rozó el suelo de 1,30 dólares, su nivel mínimo desde hace casi un año.

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El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, había anunciado por la mañana que en los próximos tres meses estaría lista la revisión del techo de medio billón de euros para el fondo de rescate que sustituirá al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Pero Merkel tardó poco en pararle los pies. Reuters informó al comienzo de la tarde de que en una reunión con su grupo parlamentario, la jefa del Gobierno alemán había dejado claro que en ningún caso se va a aumentar la capacidad del bazuca ideado para rescatar a cualquier socio europeo en problemas. La reacción fue inmediata. El euro cayó en poco más de una hora un 1,4%; las Bolsas más importantes de la zona euro, que en ese momento se anotaban ligeras subidas, cerraron en rojo. Y la prima de riesgo española, que había bajado 30 puntos básicos a lo largo del día, repuntó hasta los 368.

"Una herramienta con la que se llegó a especular que podría disponer de hasta dos billones de euros, y que en la cumbre europea de octubre se fijó en un billón nace finalmente con menos potencia y menos credibilidad. Hemos vuelto a la casilla de salida", sintetiza Juan Luis García Alejo, de Inversis Banco. Los mercados, que habían experimentado una importante mejora en los días previos a la cumbre, se vinieron abajo el lunes, decepcionados por los resultados que llevaron a casa los Veintisiete. Las palabras de Merkel aguaron ayer lo que parecía una ligera recuperación.

"En el fondo solo se trata de una excusa. Los inversores tratan de corregir la subida de las últimas semanas, tras confirmar que la cumbre se cerró de forma insatisfactoria", añade García Alejo. "Ahora mismo el mercado está roto. El año ya se da por acabado. Por eso ahora pasa como en verano, que cualquier pequeña noticia puede tener un impacto muy elevado", asegura José Luis Martínez, estratega de Citi.

Antes de que hablara Merkel, ya habían quedado patentes las diferencias entre los dos principales protagonistas de esta fase de la crisis: Italia y España. Por una parte, Roma había pagado el lunes un altísimo precio, de casi el 6%, para salir del paso en una subasta de deuda. Además, su prima de riesgo no ha dejado de crecer estos días.

A España, por ahora, parecen irle mejor las cosas. El Tesoro logró ayer colocar más deuda de la prevista con unos intereses sensiblemente inferiores a los que había pagado un mes antes. La subasta de 4.941 millones en letras a doce y dieciocho meses se cerró con un interés marginal del 4,08% en el primer caso; y del 4,25% en el segundo. En la subasta anterior ambos porcentajes habían rondado el 5,2%. Los de ayer fueron intereses más bajos que los de noviembre, aunque altísimos en comparación con los de dos años atrás.

Para terminar, dos síntomas de las dificultades que vive la economía europea. El primero: después de amenazar con una rebaja en la calificación a todos los países del euro, Moody's hizo lo mismo con los rating de deuda subordinada de 21 entidades financieras españolas. La agencia considera que las medidas de austeridad aumentan la probabilidad de que el Estado reduzca su apoyo a estos instrumentos.

El segundo: los bancos comerciales de la zona euro depositaron el lunes en el Banco Central Europeo 346.357 millones de euros, la cifra más alta del último año y medio. Este récord es sintomático, porque las entidades prefieren dejar sus fondos en una caja que prácticamente no les da beneficios a cambio de tenerlos seguros. A eso se le llama pánico.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.
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