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Merkel respalda a Sócrates pero le pide más medidas de ajuste

El primer ministro de Portugal apoya un pacto europeo de competitividad

La canciller alemana, Angela Merkel, elogió ayer el plan de ajuste aprobado por Portugal pero reclamó al primer ministro luso, José Sócrates, más medidas de austeridad. Este fue el mensaje de mayor calado que trascendió de la conferencia de prensa conjunta al término de una reunión de 45 minutos entre los dos líderes en Berlín.

En buen tono y midiendo las palabras, Merkel expresó su confianza en que el Gobierno portugués seguirá dando "pasos en la buena dirección". Después de que Sócrates reafirmara que su país no necesita ayuda externa, la canciller alemana aprovechó para precisar que nunca había declarado nada en sentido contrario. Añadió que en la reunión no se discutió la hipótesis de que Portugal pudiera beneficiarse del fondo de rescate de la zona euro, y destacó el "coraje" de los pasos que está dando el Gobierno luso.

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Un Sócrates sonriente subrayó el resultado "histórico" de las cuentas públicas de enero y febrero y aseguró que Portugal "tiene condiciones para resolver sus problemas solo". El primer ministro dijo estar seguro de que las instituciones europeas harán lo que deben", y de que habrá "un pacto para la competitividad que mejorará y profundizará el proyecto europeo".

La reunión entre Merkel y Sócrates, no obstante, no alivió un ápice la presión de los mercados que, por decimonoveno día, mantuvieron por encima del 7% los tipos de interés de las obligaciones del Tesoro portugués a diez años. Ayer llegaron al 7,46%. El Financial Times lanzó el domingo una nueva carga de profundidad en un artículo sobre la deuda portuguesa, en el que recordaba que Grecia e Irlanda recurrieron a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional (FMI) después de que los tipos de sus obligaciones subieron por encima del 7% durante 13 y 15 días, respectivamente.

El Gobierno resiste a las peores premoniciones, pero a veces se escapa alguna señal de que no las tiene todas consigo. Ocurrió el lunes pasado en Lisboa, durante la conferencia sobre la deuda portuguesa organizada por la agencia Reuters. Ante un selecto público de banqueros, empresarios y financieros, el ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, insistió una y otra vez en los esfuerzos que realiza Portugal y en que el problema no es de un país, sino de toda la Eurozona, por lo que la solución debe ser conjunta. Y concluyó: "Me temo que si Europa no da los pasos necesarios, el esfuerzo será en vano".

El Tesoro portugués colocó ayer 1.000 millones de euros en letras a seis y 12 meses, con una leve mejora en el tipo de interés, entre el 2,9% y el 4,05%, con relación a la anterior subasta de principios de febrero. Asimismo, retiró del mercado 110 millones en obligaciones del Tesoro, en una operación de recompra de deuda.

Por su parte, la agencia de calificación de crédito Standard & Poor's ha decidido mantener la "vigilancia con implicaciones negativas" sobre la nota de solvencia de Portugal, que actualmente está en A- a largo plazo, y en A-2 a corto.

Las autoridades portuguesas luchan contra reloj para evitar tener que pedir el rescate la UE y FMI antes de que se celebren las cumbres europeas de los próximos 11 y 24 y 25 de marzo, informa Andreu Missé. Lisboa confía en que en estos encuentros los líderes acuerden aumentar y flexibilizar los procediminetos para recurrir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y nuevos criterios para el futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad, con lo que los mercados podrían aflojar la presión sobre el país. Si se amplían los usos del FEEF, Portugal podría emplear sus recursos sin que ello supusiera un rescate ni retirarse del mercado.

En Bruselas las autoridades comunitarias siguen de cerca los esfuerzos que está realizando el Gobierno de Portugal para reconducir el déficit y poner en marcha las reformas estructurales anunciadas, conscientes de que sus resultados serán determinantes para convencer a los mercados.

El primer ministro portugués, José Sócrates, junto a la canciller alemana, Angela Merkel, tras una reunión en Berlín.
El primer ministro portugués, José Sócrates, junto a la canciller alemana, Angela Merkel, tras una reunión en Berlín.AFP (JOHN MACDOUGALL)

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