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Microsoft firma la paz con la UE al permitir elegir el navegador

Intel, demandada en EE UU por abuso de dominio

Microsoft fumó ayer la pipa de la paz con la Comisión Europea. Y esta vez no habrá multa. Tras más de una década de batalla, el regulador de la competencia dio carpetazo al caso que tenía abierto contra el gigante informático por sus prácticas monopolísticas. En concreto por abusar de su posición dominante y frenar la innovación al imponer el Explorer, su navegador en Internet.

El acuerdo fue posible después de que Microsoft diera un paso atrás en junio en su política de negocio y se comprometiera con Bruselas a desvincular el programa del sistema operativo Windows, y permitir así a los fabricantes de ordenadores preinstalar en Europa navegadores rivales, como el Chrome de Google, el Firefox de Mozilla, el Opera o el Safari de Apple. El usuario tendrá una pantalla en la que podrá elegir.

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"Un regalo de Navidad para el consumidor europeo", dijo ayer la comisaria Neelie Kroes. Y es que en la práctica esto se traduce en que 100 millones de usuarios de Windows podrán en el Viejo Continente decidir libremente el navegador que utilizan para moverse por la red de redes. El Explorer lo usa el 64% de los internautas. Microsoft ya tuvo que dar un poso similar con el reproductor Media Player, al desintegrarlo del sistema operativo.

La investigación finaliza así sin que la Comisión Europea sancione a Microsoft, lo que rebaja notablemente la tensión entre las dos orillas del Atlántico. Hasta el punto de que ahora el gigante de Redmond habla de que espera profundizar la relación de confianza construida durante los últimos meses con Bruselas, lo que podría influir de forma favorable en otros expedientes.

Pero el regulador europeo de la Competencia no va a soltar la lupa tan fácilmente. De hecho, Microsoft deberá informar a la Comisión Europea cada seis meses sobre la aplicación del acuerdo. Si incumple, Bruselas podrá sancionarle, como ya hizo en el pasado, con multas récord que suman 1.680 millones de euros. Los compromisos se revisarán en dos años, para tener en cuenta las tendencias del mercado.

Mientras Microsoft cerraba expediente con los reguladores en Europa, al fabricante de microprocesadores Intel se le acumulan los frentes abiertos en EE UU. A los litigios iniciados por diferentes Estados, como el de Nueva York, se le sumó ayer una demanda de la Comisión Federal de Comercio, en la que acusa a la tecnológica de abusar de su posición dominante "de forma sistemática".

Washington acusa a la firma de amenazar a los fabricantes de ordenadores HP, Dell e IBM y de sobornarlos para persuadirles de no utilizar los chips de sus rivales AMD y Nvidia. Las prácticas coercitivas de la compañía estadounidense comenzaron en el año 1999. Bruselas multó en mayo a Intel con 1.450 millones de dólares por sus tácticas comerciales.

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