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Moody's eleva a 40.000 millones los ajustes para rebajar el déficit

La agencia de calificación de riesgos Moody's advirtió ayer de que España necesita un "esfuerzo sin precedentes" y más medidas de austeridad para devolver la sostenibilidad a sus cuentas públicas. Según concreta en un informe repartido entre inversores, este esfuerzo se traduce en unos ajustes por valor de 40.000 millones de euros para lograr reducir el déficit al 4,4% en 2012.

La cifra que maneja Moody's más que duplica los 15.000 millones que el nuevo Gobierno prevé obtener de los recortes de gastos y subidas de impuestos anunciados en diciembre. El objetivo de este plan de ajuste, que tendrá su continuidad en marzo con nuevas medidas, según admitió el propio Ejecutivo, es corregir la desviación del déficit al 8% en 2011, dos puntos por encima de lo previsto.

La acción del Gobierno, que según Moody's refleja su compromiso para reducir el déficit, tendrá su impacto en el crecimiento. Así, la sociedad revisa sus proyecciones sobre España y augura que los recortes y la subida de impuestos agravarán la recesión prevista para este año con una contracción de entre el 0,5% y el 1%.

Además, la agencia de calificación, una de las tres que domina el negocio de la medición de riesgos, añade que el déficit mayor de lo esperado que ha anunciado el Ejecutivo es negativo para la calificación de España. Esta advertencia llega en un mal momento, ya que la nota de solvencia del país afronta una posible rebaja próximamente ante el recrudecimiento de la crisis del euro.

Nuevos recortes

Sobre el segundo paquete de medidas que estudia el Gobierno para reducir el déficit, el ministro de Hacienda y Presupuestos, Cristóbal Montoro, se mostró confiado ayer en que no será necesario subir el IVA. Asimismo, defendió que los incrementos en el IRPF y el IBI, rechazados durante la campaña por el presidente, Mariano Rajoy, eran el "mal menor" tras encontrarse con un desfase presupuestario mayor de lo esperado.

Con vistas al futuro, Montoro se mostró confiado en que una futura recuperación económica permita tomar medidas para que, al final de la legislatura, los contribuyentes paguen menos impuestos. "Me río porque hemos desconcertado a la izquierda demostrando que podemos hacer un ajuste equitativo", añadió en referencia a una reforma fiscal que, de todas maneras, recae en su mayor parte en las rentas del trabajo de los asalariados.

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