Muchos planes y muy caros
El "plan de estabilidad financiera" anunciado por el Gobierno de Estados Unidos ha sumido en el caos a los mercados financieros debido a su elevada cuantía. El rescate bancario exige, además de lo gastado hasta ahora, 1,5 billones de dólares, de los que 500.000 millones se destinarían a comprar activos tóxicos y un billón al relanzamiento de nuevos préstamos.
La respuesta de los mercados financieros ha sido unánime, aunque en Europa no hubo demasiado tiempo para evaluar la propuesta y las caídas de las Bolsas no resultaron excesivas.
El Ibex 35 terminó la sesión con un recorte del 2,18% y por debajo de los 8.400 puntos, el nivel de referencia que parecía consolidado días atrás. La Bolsa de Francfort perdió el 3,46% y la de París el 3,64%, mientras que Londres tan sólo bajaba el 2,19%.
La reacción de los inversores se entiende porque junto con el anuncio del plan de estabilización llegó la aprobación del plan de estimulación de la economía, con un coste estimado de 838.000 millones de dólares. Las cifras escapan a cualquier cálculo razonable, sobre todo si se efectúa en el ámbito doméstico, y parecen confirmar que el sistema financiero estadounidense era "técnicamente virtual" y que su única conexión con la economía real se establecía a través de las hipotecas subprime.
La situación técnica del mercado de valores español vuelve a ser muy delicada, ya que los intentos de consolidación en torno al nivel de los 8.400 puntos se han venido abajo de un plumazo y todavía queda ver la respuesta a las reacciones de la Bolsa de Nueva York, que a media tarde de ayer caía más del 4%.
La contratación en el Mercado Continuo se mantuvo en los niveles del día anterior, con 2.299,63 millones de euros.
La inestabilidad creada en los mercados de renta variable favoreció el trasvase de dinero hacia la renta fija, lo que hizo bajar las rentabilidades en los mercados secundarios de deuda. El bono estadounidense pasaba al 2,83% desde el 3,03% anterior, mientras que los bonos europeos veían disminuida su rentabilidad en torno a una décima.
El mercado del petróleo también se vio afectado por la inestabilidad ambiental y, tras algunas subidas iniciales de los precios, el barril de crudo bajaba de los 39 dólares en Nueva York.
