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Noruega invierte 18.000 millones en la Bolsa española

El fondo soberano apuesta por el Santander y Telefónica

David Fernández

El Fondo de Pensiones del Gobierno noruego es el segundo mayor fondo soberano del mundo, sólo superado por el de Abu Dhabi, con un patrimonio de 328.000 millones de euros, equivalente a un tercio del PIB español. Este portaaviones surca los mercados invirtiendo el dinero que el Estado recauda gracias a las exportaciones de petróleo con el objetivo de maximizar las futuras pensiones de sus ciudadanos. Y uno de sus principales caladeros es España. Al cierre del ejercicio 2009, el fondo tenía invertidos 18.204 millones en activos de nuestro país: 6.676 millones en acciones de compañías cotizadas y 11.528 millones en bonos emitidos por empresas y organismos públicos, según los datos de su informe anual.

La institución está presente en 77 grupos cotizados españoles
Tiene una lista negra con 46 empresas en las que no invertir

El fondo, gestionado por Norges Bank Investment Management (NBIM), una división independiente del Banco Central de Noruega, aumentó su exposición a la renta variable española durante 2009. De hecho, entre sus 10 participaciones bursátiles más importantes por valor de mercado se encuentran dos compañías nacionales: Banco Santander y Telefónica. En el banco el fondo controla el 1,62% del capital (hace un año tenía el 1,28%) y en la operadora su presencia se ha elevado del 1,23% al 1,7%. También posee acciones del BBVA (1,59%), Iberdrola (1,54%), Repsol (1,47%) e Inditex (0,78%). En total, esta institución está presente en el capital de 77 grupos cotizados españoles. En ningún caso su participación supera el 3% de las acciones, umbral a partir del cual deben comunicarlo a la CNMV, por lo que su presencia, aún siendo importante, es silenciosa.

En el caso de la renta fija, la deuda pública de nuestro país no se encuentra dentro de las favoritas del fondo, cuyos gestores se decantan por bonos de EE UU, Reino Unido, Japón, Alemania y Francia. La inversión acumulada en emisiones del Reino de España al cierre de 2009 era de 1.202 millones frente a los 1.600 millones de un año antes. De hecho, los noruegos tienen más exposición a las emisiones de La Caixa (1.534 millones) y a las cédulas hipotecarias de las cajas de ahorro (1.626 millones) que al Tesoro.

En 2008 la crisis hizo mella en la rentabilidad del fondo, que cayó un 23,3%. El fuerte rebote de los mercados tras tocar mínimos en marzo de 2009, sin embargo, le permitió lograr una rentabilidad del 25,6% el pasado año, su récord histórico. El 60% del patrimonio está invertido en renta variable y el 40% en renta fija. NBIM suele delegar las decisiones de inversión en un determinado país o clase de activos a gestoras especializadas. Los responsables del fondo son unos fervientes defensores de la gestión activa frente a la conocida como gestión pasiva (replicar índices).

En 2007 el Gobierno español elaboró un anteproyecto de ley para reformar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social con el objetivo de que pudiera invertir una parte de su patrimonio en renta variable. En el desarrollo de esta iniciativa, que la crisis económica y la falta de acuerdo con otras fuerzas políticas ha aparcado en un cajón, uno de los principales referentes era el Fondo de Pensiones del Gobierno noruego. El Ejecutivo socialista pretendía que la inversión en Bolsa de la hucha de las pensiones respetara principios de responsabilidad social económica y ambiental, y el fondo noruego es uno de los principales referentes en la denominada inversión activista.

NBIM dispone de un comité ético que determina en qué compañías se puede invertir y en cuáles no. El fondo cuenta con una lista negra y toda empresa que sea incluida en ella queda fuera del universo de inversión. Actualmente, esta lista está compuesta por 46 empresas -se hacen revisiones periódicas- y algunas de las inclusiones han llegado a causar conflictos diplomáticos. En el grupo de apestados figuran empresas ligadas a la fabricación de minas antipersona (Singapure Technologies), al desarrollo de munición de racimo (Lockheed Martin, General Dynamics), a la producción de armas nucleares (BAE, Boeing, EADS, Honeywell), a la comercialización de tabaco (Altria, BAT, Philip Morris, Japan Tobacco) o grupos que "violan sistemáticamente los derechos humanos" (Wal Mart) o causan "daños severos en el medioambiente" (Rio Tinto).

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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