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La OCDE ya ve el final del túnel de la crisis para EE UU, China y Brasil

España se contraerá este año un 4,2% y llegará al 20% de paro en 2010, según el organismo - La zona euro se queda al margen de la mejora de previsiones

Antonio Jiménez Barca

La crisis económica que estrangula al mundo comienza, poco a poco, a levantar la mano por algunos lados. Así al menos lo aseguran los expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ayer presentaron sus últimas previsiones económicas. Hay ciertos datos globales que insuflan cierto optimismo y que indican, a juicio de los economistas de la OCDE, que ya se está pisando fondo: el previsible ritmo ascendente de países como Estados Unidos, China o Brasil y la aparente mayor estabilidad de los mercados financieros. De hecho, por primera vez en dos años, la OCDE ha corregido al alza sus previsiones económicas mundiales con respecto a las de seis meses atrás.

La economía española se pierde la recuperación prevista para 2010

Pero esta remontada no es uniforme: la zona euro, debido a varios factores que actúan de forma distinta en cada país (burbuja inmobiliaria, reducción de las exportaciones, daños en el sistema financiero...) tardará más en salir de la crisis y cuando lo haga, saldrá más lentamente. Para España, además, la OCDE reserva un panorama particularmente sombrío: casi un 20% de paro en 2010 (la media de la zona euro será un 12%) y un retraimiento del PIB de un 4,2% este año, algo menos que la media de la zona euro (un 4,8%) y más que EE UU (un 2,8%). El año que viene, España se contraerá un 0,9 %, más que la media de la zona euro (que se instala en un 0%) y a gran distancia de EE UU, que ya crecerá un 0,9%.

Estos cálculos son los más pesimistas publicados hasta ahora por los organismos internacionales y son peores que los presentados por el Gobierno el pasado 13 de junio, que calcula que a lo largo de 2009 la economía española se contraerá un 3,6% y el año que viene sólo un 0,3%.

El informe general se abre con un título interrogativo: "¿El final del túnel?". La prudente interrogación responde a que los expertos de la OCDE no las tienen todas consigo. Por un lado, indican que "la salida se perfila en el horizonte" pero acto seguido advierten que el triunfalismo sobra y que no se pueden descartar tropezones de envergadura, sobre todo en los mercados financieros. También precisa que, en el caso de Estados Unidos, la tasa de paro prevista para el año que viene, un 10%, puede lastrar de forma irremisible el despegue.

La OCDE avisa de que, de cualquier manera, la recuperación mundial será "lenta y átona", y aconseja por tanto a los Gobiernos que no desmantelen de forma inmediata las medidas encaminadas a relanzar la economía por riesgo a frenar el impulso.

¿Por qué Estados Unidos comienza a despegar en 2010 y Europa no? A juicio de la OCDE y de su secretario general, Ángel Gurría, por varias razones: el impulso fiscal fue mucho más decidido en el caso del Gobierno estadounidense; la economía norteamericana es más flexible, tanto en el mercado de trabajo como en el sector servicios; los planes de estímulo europeos son distintos y heterogéneos y, por último, porque EE UU diagnosticó antes el derrumbe y lo abordó también antes.

El estudio de la OCDE es especialmente duro con la realidad española. No sólo prevé un 20% de paro el año que viene. También adelanta que el 33% de los jóvenes estará sin trabajo en 2010.

La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, precisó ayer en París, donde se encuentra, precisamente, en la reunión ministerial de la OCDE, que las previsiones del Gobierno, algo más optimistas, se deben a dos razones: las exportaciones funcionarán mejor de lo que piensan los expertos de la OCDE y, sobre todo en el año 2010, el consumo de los españoles marchará también algo mejor de lo reseñado en el informe presentado ayer en París, debido sobre todo a la bajada de las hipotecas. "Yo confío más en nuestras previsiones: creo que nuestros datos son mejores, más ajustados", añadió la ministra.

La OCDE recomienda, en el caso concreto de España, a fin de enjugar el déficit público, que subirá en 2010 hasta el 9,5% del PIB, que las medidas de relanzamiento económico tomadas por el Gobierno español "se retiren a lo largo de 2010". También aconseja que se detengan los planes de construcción de viviendas sociales.

Salgado no está del todo de acuerdo: "Los planes de estímulo no deben retirarse mientras la economía se recupera. Con todo, el montante en 2010 de ese plan es de 5.000 millones de euros, esto es, 6.000 millones menos que lo invertido este año". Con respecto a la construcción de viviendas sociales, especificó: "No se puede ser tan radical".

Dejar caer a las entidades pequeñas

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que aglutina a las 30 economías más desarrolladas del mundo, es tajante en uno de sus primeros párrafos dedicados exclusivamente a España: "La política presupuestaria debería ser neutra en 2010. Debe dejarse caer a las pequeñas entidades financieras con problemas de solvencia, lo que limitaría el coste presupuestario de las posibles intervenciones estatales".

En otro párrafo del informe hecho público ayer en París añade: "La morosidad puede conducir a las entidades financieras a endurecer sus normas de crédito, especialmente a las cajas de ahorro, que están más expuestas al mercado interior de la vivienda y tienen restricciones para atraer capital de origen externo, sometido a restricciones". A ese respecto, la OCDE recomienda que se retiren estas limitaciones a la captación de capital privado y que desaparezcan "los obstáculos a las fusiones" entre cajas.

También aconseja, de una manera más genérica, a los Gobiernos europeos, que actúen para sacar a flote los "activos tóxicos" que pueden lastrar la recuperación económica. La OCDE puso como ejemplo de esto al Gobierno de Estados Unidos.

En el caso español, la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, manifestó ayer en París a este respecto de forma terminante: "En España no hay activos tóxicos que eliminar".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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