_
_
_
_
_
La primera crisis del euro

Obama apoya las críticas de Papandreu a los fondos de alto riesgo

Atenas acusa a algunos inversores de haberse enriquecido a costa de Grecia

Antonio Caño

Barack Obama transmitió ayer al primer ministro griego, Yorgos Papandreu, el apoyo a las medidas tomadas por su Gobierno para abordar la crisis en su país y coincidió con él en la necesidad de regular las instituciones financieras para asegurarse de que éstas no especulan con el destino económico de los países. "La respuesta ha sido positiva", declaró Papandreu al término del encuentro. Como prueba de la voluntad norteamericana de colaborar con el Gobierno griego, el Departamento de Justicia ha ordenado a los fondos de riesgo que invierten en Europa mantener copias de todas sus actuaciones de cara a una posible investigación para detectar irregularidades.

Esta es una visita importante desde el punto de vista político -el primer ministro se dirigió al mismo tiempo a Wall Street, a los organismos de crédito y a la opinión pública europea- y confortable desde el punto de vista personal. Papandreu, que nació y se educó en EE UU, habla un inglés impecable y pudo exhibirlo en numerosas entrevistas en los principales medios de comunicación.

Washington parece dispuesto a aceptar el Fondo Monetario Europeo

Fue, por tanto, una gran oportunidad para defender su causa. Y lo hizo a conciencia. "Europa y EE UU tienen que decir hasta aquí hemos llegado a los especuladores que sólo actúan por las ganancias inmediatas sin tener en cuenta las consecuencias que pueden tener sobre grandes sistemas económicos, por no mencionar las consecuencias humanas en cuando a pérdidas de puestos de trabajo, desahucio de viviendas y disminución de las pensiones", advirtió el primer ministro.

Atenas culpa a algunos inversores de haber acelerado la crisis y de haberse enriquecido a su costa. Washington comparte sustancialmente esa visión. "Los mercados sin regulación que se mueven a la velocidad del sonido, si no de la luz, dejan consecuencias que los Gobiernos tienen que corregir", manifestó la secretaria de Estado Hillary Clinton.

Algunas instituciones financieras, sin embargo, aprovecharon el paso del primer ministro griego por esta ciudad para aclarar que, según su punto de vista, la crisis de Grecia es culpa de su mala administración, de la falta de transparencia de sus cuentas y del excesivo gasto del Estado, no de la codicia de los especuladores. "Creo que los problemas de las finanzas públicas griegas son un problema específico de las de las finanzas públicas griegas", declaró a The Washington Post el presidente de Standard & Poor's, John Chambers.

Papandreu aseguró que su Gobierno mantendrá la búsqueda de una solución para su país dentro de los límites de la UE y que, por tanto, no solicitará ayuda al FMI. EE UU, por su parte, parece dispuesto a aceptar la creación de Fondo Monetario Europeo que pueda acometer en la zona del euro problemas similares a los de Grecia. Washington se opuso a una idea similar en Asia durante la crisis asiática.

El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el arzobispo Demetrios, primado de la Iglesia Griega Ortodoxa en Estados Unidos, ayer en la Casa Blanca.
El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el arzobispo Demetrios, primado de la Iglesia Griega Ortodoxa en Estados Unidos, ayer en la Casa Blanca.AP
El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, en la Casa Blanca.
El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, en la Casa Blanca.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_