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Reportaje:

Pague y cuélese

El aeropuerto de Luton cobra tres euros por evitar la cola de los controles

Pago por el refreso, por la maleta, por la tarjeta de embarque, por elegir sitio... y ahora por saltarse una cola. La última ocurrencia en cargos extra a los pasajeros aéreos consiste en cobrar por evitar la espera para llegar a los controles de seguridad. El aeropuerto londinense de Luton (que gestiona TBI, propiedad de Abertis, con el 90%, y AENA, con el 10%) vende la bula para colarse a cambio de tres libras (poco más de tres euros). Otros aeropuertos, como los de Leeds, Liverpool y Bristol, ya tienen líneas rápidas de pago, pero con arcos detectores de metales y escáneres específicos. En otros, como el de Milán o el de Washington, existen accesos particulares para los viajeros más pudientes, los que viajan en primera clase, que AENA, el gestor de los aeropuertos españoles, implantará en unos meses en la T-4 de Madrid-Barajas y en la nueva T-1 de Barcelona-El Prat, según confirma un portavoz de la empresa.

Aena prevé implantar accesos prioritarios en Madrid y Barcelona

En Abertis explican que no ha habido quejas de los viajeros en las dos semanas que lleva funcionando el nuevo servicio en Luton (hasta las bolsitas para los líquidos son de pago: una libra, cuatro unidades), y niegan que establecer una cola rápida de pago desincentive las inversiones para hacerle la vida más cómoda al usuario. "A nadie le interesa tener largas colas, porque dan mala imagen. Además, cuanto antes llegue el pasajero a las tiendas, más posibilidad hay de que gaste más dinero, lo que se traduce en más ingresos para el aeropuerto", explica un portavoz.

Los pasajeros ya pagan el coste de los controles, al menos una parte importante, con la tasa de seguridad, que en España cuesta en general 1,57 euros por pasajero. El Consejo Internacional de Aeropuertos estima que las "tasas de seguridad aeroportuaria recuperan entre el 70% y el 100% de los costes" de la misma.

Ignasi Guardans, eurodiputado de CiU, opina que la legislación de los controles no impide que se establezcan estas líneas de acceso rápido, pero admite que, desde el punto de vista del consumidor, puede haber algo más que decir. La organización de consumidores Facua considera que es un deber de los proveedores del servicio que no haya demasiadas colas para acceder a las zonas de embarque de los aeropuertos, aunque explican que es una medida rara y que no han encontrado un punto concreto en la legislación que lo prohíba en España. "Es injusto y abusivo que se presente como un servicio algo que no lo es. El pasajero tiene derecho a que el paso por el control sea ágil", según Facua.

BAA, el gestor de aeropuertos británicos propiedad de Ferrovial, no tiene planes para introducir líneas rápidas, porque aduce que en Londres-Heathrow "es raro que los pasajeros hagan cola por más de cinco minutos". En AENA explican que los controles especiales para primera clase tampoco suponen un gran privilegio y que el tiempo de espera en el control de seguridad es de "unos 12 minutos de media, frente a los 45 minutos de los aeropuertos europeos".

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