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Prado ingresa en prisión por un delito de falsedad en el 'caso KIO'

El ex diplomático Manuel de Prado y Colón de Carvajal, de 72 años, ingresó ayer en la cárcel de Sevilla para cumplir dos años de prisión por su implicación en la llamada operación Wardbase, primera pieza que se juzgó del caso KIO. La Audiencia Nacional ha considerado a Prado culpable de un delito de apropiación indebida como destinatario de un pago de 11,4 millones de euros procedentes del Grupo Torras, del que Javier de la Rosa era entonces el máximo responsable y cuyo principal accionista era la sociedad kuwaití de inversiones KIO.

Prado y Colón de Carvajal estaba citado ayer por la mañana en la Audiencia Nacional para ejecutar la sentencia que se le impuso, al no haber hecho frente a los más de 12 millones de euros de responsabilidad civil que debía pagar por el caso Wardbase. Sin embargo, el ex embajador, que en todo momento ha defendido que ese dinero se lo debía De la Rosa por negocios particulares, eludió la cita para evitar a los medios de comunicación e ingresó directamente en prisión pasadas las once de la mañana.

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Por esa misma operación ya ingresaron en prisión Javier de la Rosa y el ex consejero delegado del Grupo Torras, Jorge Núñez Lasso de la Vega. Sus condenas ascienden a cinco años y medio y cuatro años y medio de cárcel, respectivamente.

Ante la sentencia condenatoria de la operación Wardbase, primera pieza separada del caso Torras que llegó a juicio oral, Prado y Colón de Carvajal presentó recursos ante el Tribunal Supremo y ante la Audiencia Nacional para evitar la cárcel. El embajador alegó poder pagar la cantidad que se le reclamaba como indemnización, no ser reincidente, tener problemas de salud y haber sido sentenciado a una pena suficientemente reducida. Sin embargo, el tribunal rechazó todos los argumentos esgrimidos por el ex diplomático y ratificaron su ingreso en prisión.

Primera trama

El caso Wardbase juzgó el pago de 1.900 millones de pesetas (11,42 millones de euros) que el Grupo Torras realizó en 1992 a Manuel de Prado y Colón de Carvajal. Esta trama primera en que se dividió el caso Torras, investigó si el pago a Prado y Colón de Carvajal fue consentido por el principal accionista de la empresa, la sociedad kuwaití de inversiones KIO, o si por el contrario lo ordenó Javier de la Rosa sin permiso.

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