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Primeros signos de recuperación en la economía de Brasil

El Gobierno de Lula está eufórico ante las expectativas del pre-sal

Alicia Bárcena, directora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), aseguró ayer que la economía brasileña "muestra signos de recuperación". Lo demuestran también los números: la Bolsa está boyante, ayer mismo subió un 5%; las exportaciones crecieron en abril un 14,8% respecto de marzo, y la balanza comercial ha registrado un superávit de 3.700 millones de dólares en abril, según datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio. Además, el número de declaraciones de la renta ha aumentado un 5,4% en comparación con el ejercicio anterior.

Según la Cepal, la contracción del PIB brasileño en 2009 podría ser de un 0,5%, muy por debajo de las expectativas de hace sólo tres meses. A ello hay que añadir la euforia del país y del Gobierno ante las perspectivas del pre-sal, el nuevo potencial de petróleo encontrado en el área de Tupi, en la bahía de Santos (Estado de Río), lo que ha llevado al presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, a afirmar que se trata de una "segunda independencia" de Brasil y de una "nueva era" en el desarrollo de su economía.

Lula ha apostado en firme no sólo por las energías limpias, como la fabricación del etanol, sino también por la riqueza en petróleo del país, que podría ponerle a la cabeza de los países productores a nivel mundial. El presidente de Petrobras, Sérgio Cabral, reconoció haber llorado el viernes pasado, cuando se extrajo el primer barril del nuevo petróleo.

Para Lula, el inicio de la producción en Tupi permitirá que Brasil discuta con "pasión y racionalidad" lo que va a hacer con tanto petroleo, cómo será la participación de los socios en su exploración y cuáles serán las ventajas para el "pueblo de Brasil". El ministro de Minas y Energías, Edison Lobão, defendió ayer una idea que Lula ya había barajado meses atrás: la creación de una nueva empresa estatal del petróleo, que sería la dueña de las reservas de presal. El 100% de la propiedad de la empresa podría ser, según Lula, del Tesoro Nacional, tendría pocos funcionarios y no entraría en las inversiones y exploraciones de los campos. De cualquier forma, aún no está decidido cuál será la identidad de la nueva empresa. Tan sólo se habla de que será un modelo híbrido que preserve la fórmula actual de concesión e introduzca el sistema de reparto de la producción.

Proyecto piloto en Tupi

Petrobras, la actual multinacional petrolera brasileña, indicó ayer que prevé producir 100.000 barriles de petróleo en Tupi en el proyecto piloto que se iniciará en 2010. Además, hasta 2020 está prevista la extracción de cerca de 1,8 millones de barriles diarios en Tupi y otros bloques que deberán ser desarrollados, prácticamente lo que produce en la actualidad la compañía.

Lula, tal y como advirtió ayer la ministra de la Casa Civil y su candidata para disputar las elecciones presidenciales el año próximo, Dilma Rousseff, sólo está preocupado con las burocracias crónicas del país, que podrían atrasar la exploración del petróleo de Tupi. Por eso, pidió a los ministros que se encuentran envueltos en el proyecto que le presenten un nuevo marco regulatorio cuanto antes.

Los analistas económicos se preguntan por qué Brasil está consiguiendo salir de la crisis económica mundial mucho mejor y más rápido de lo que preveía. Se barajan varias hipótesis: una es la de la Bolsa Familia, el proyecto de ayuda económica a más de 12 millones de familias pobres que las ha volcado en el consumo interno. Además, hay que tener en cuenta que ha sido duro con los bancos para la concesión de créditos, así como la exoneración de impuestos para la venta de automóviles usados y de electrodomésticos.

A ello hay que añadir que, pese a la crisis general de desconfianza, los inversores extranjeros han continuado creyendo en Brasil y en sus potencialidades económicas. La semana próxima, por ejemplo, desembarca en Brasil el alcalde de la City de Londres, Ian Luder, junto con a una amplia delegación de empresarios británicos para encontrarse con empresarios y políticos brasileños con el objetivo de discutir nuevas inversiones en el país. Visitará São Paulo y Río de Janeiro. Luder ha reconocido al diario O Globo que Brasil consiguió un "aislamiento relativo de la crisis", pero que a pesar de ello "no podrá retomar sólo su crecimiento económico".

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