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Reportaje:

Los 'minnesotos' de Bellaterra

Xavier Vidal-Folch

Todo empezó por una coincidencia, casi por azar, cuando los años sesenta Regaban a su declive. Joan Sardá Dexeus, padre espiritual de todos los economistas catalanes y buena parte de los manchegos, y Antoni Serra Ramoneda, ideaban con otros colegas, un modelo de facultad de Económicas diferente al habitual. Una facultad diseñada sobre pautas anglosajonas, con tan sólo cuatro departamentos (Economía, Sociología, Historia y Empresa). Diferente, como diferente había de ser, en el sueño inicial, la Universidad Autónoma, con su green, sus laboratorios último grito y sus viviendas propias edificado sobre la especulación urbanística.Esos primeros diseños coincidían en el tiempo con el retorno a Barcelona de algunos hijos pródigos, poco después de la primavera de 1968. Andreu Mas -hoy profesor en la universidad de Harvard y uno de los más destacados representantes del grupo-, Joaquim Silvestre, Isabel Fradera, Xavier Calsamiglia, Salvador Barberá, Alfredo Pastor y Joan Maria Esteban, volvían de hacer las Américas, en su mayor parte en la universidad de Minnesota, y en varios casos tras una preparación previa en Madrid de la mano de Luis Ángel Rojo. Minnesota. Un nombre que quedaría como símbolo, pronunciado reverencialmente, o como estigma enarbolado en clave desautorizadora habían nacido los minnesotos.

El núcleo básico

Pronto estos posgraduados de exacto inglés, aversión a la corbata y amor al calzado flexible y cómodo, todo ello mezclado con una cierta timidez muy propia del académico catalán, fraguarían el núcleo básico del departamento de Teoría Económica (y Econometría), junto con Lluís Barbé, Pasqual Maragall, Narcís Serra, Josep Maria Vegara, Joan Martínez Alier (el más caracterizado de los economistas alternativos)... La tradición mayoritaria norteamericana se injertaba de Oxford, Cepe-París, London School. Y se consolidaba la idea matriz del departamento: ser un centro abierto al exterior, un canal para flujos import-export de inteligencias académicas, una barricada contra la autarquía mental.

La base intelectual del grupo es considerarse miembros de pleno derecho, y deber, de la comunidad científica internacional (ver información adjunta). No es una actitud insólita en la universidad española. Quizá lo insólito sea el grado en que se da en este grupo. Y la dinámica vertiginosa con que la base organizativa se adapta a esa actitud. Una base organizativa fundada en el intercambio, la trashumancia: "Cuando nosotros volvimos de las universidades americanas", recuerda Xavier Calsamiglia, "procuramos que el circuito continuase, que siguieran saliendo otros", a realizar cursos de posgraduado o doctorados, a un ritmo creciente. Algunos de los que cruzaron el Atlántico para ampliar estudios, se quedaron allá como profesores. Andreu Mas (en Harvard), Xavier Vives (en Pensilvania), Lluís Guasch (en San Diego) o Ramón Marimón (en la propia Minnesota), son algunos ejemplos.

Al mismo tiempo, 78 profesores extranjeros han visitado el departamento. En algunos casos para participar en una de las iniciativas estrella: el programa de posgraduado -uno de los pocos programas de tercer ciclo que ofrecen la universidades españolas-, que dura dos años y por el que han pasado ya 80 alumnos, intensificando el estudio de la teoría económica moderna y de los métodos cuantitativos. Veintisiete de estos alumnos están doctorándose en el extranjero.

Complemento de estas actividades y de los seminarios propio de cualquier departamento es el Simposio de Teoría Económica y Econometría, que se celebra anualmente desde 1976 tratando temas diversos desde el punto de vista del investigador: modelos económicos multisectoriales, inflación, decisiones públicas, organización industrial, recursos no renovables, teoría y política monetaria, econometría. "Hemos conseguido", indica Joan Maria Esteban Marquillas, "contribuir a conectar entre sí a los investigadores de las universidades españolas y establecer contactos con investigadores extranjeros".

La movilidad de profesores y alumnos vinculados ha permitido la renovación del concepto de Profesor ayudante, originando un movimiento importante de profesores contratados, en general por dos años, "lo que no ha creado problemas, porque todos entienden que con esta rotación se generan más posibilidades", comenta Calsamiglia. Este esquema "contribuye también a que no se den entre nosotros relaciones discipulares: nadie es discípulo de nadie, se acabaron las relaciones piramidales" Acusados a veces de monetaristas -"Nunca nos ha interesado lo que hace Milton Friedmann!", protesta Calsamiglia-, vinculados más bien a planteamientos neoclásicos, los minnesotos insisten en que su planteamiento analítico es compartido en otros lugares. "Sólo que en Madrid el Banco de España o la Administración absorben con mayor facilidad a nuestros colegas, como Paulina Beato" (también están Josep Oliu y Alfredo Pastor, en el INI, y Lluís Fina y Antoni Zabalza, en otros ministerios), lo que en cierta forma ha impedido la cristalización de un fenómeno similar.

¿Lejos de la realidad?

Sus detractores, que los hay, y en bastante número, les acusan de constituirse en "núcleo cerrado, reservado y elitista, que vive bastante al margen de los problemas de la economía real, que no formula propuestas concretas a los problemas existentes". Pero son muchos los críticos que reconocen también el "enorme esfuerzo que desarrollan para mantenerse a la altura de la elaboración teórica más actual y avanzada de la comunidad científica mundial". Un esfuerzo, señalan, que "ha producido ya figuras de primera línea", pero que, sin embargo, "corre un serio peligro de resultar baldío, por las dificultades del mismo". Esto no es América.

La defensa de los minnesotos es que la teoría económica actual "es muy matematizada" y que "a diferencia de lo que sucedía 30 años atrás, hoy resulta imposible entender cualquier artículo de las grandes revistas especializadas sin saber matemáticas". Aceptan que en momentos se pasaron de abstracción, pero enarbolan suavemente sus modelos econométricos como armas imprescindibles para moldear la economía real.

Los 'working papers'

La producción científica del grupo se realiza sobre todo a través de artículos en revistas. Pero las grandes revistas internacionales sólo publican un reducido número de textos. Muchas veces los especialistas del consejo de redacción proponen cambios, retoques. Puede pasar largo tiempo antes de que el artículo vea la luz de la comunidad científica. Es, entonces, la consagración.Hasta ese momento, la función de comunicar y discutir las ideas, modelos o proyectos, la cubre la colección, modestamente policopiada, de working papers. Colección que se escribe mayoritariamente en inglés, que se intercambia con cerca de 50 universidades de todo el mundo, y que incluye algunas de las comunicaciones a los Econometric Meeting, encuentros anuales europeos o americanos a los que nunca falta algún miembro de la escuela.

El departamento de Teoría Económica de la Autónoma cuenta con una colección, iniciada en 1974, de 60 trabajos.

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