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Concluida la privatización de Rumasa con la venta de W & H

La Dirección General del Patrimonio firmó ayer con la empresa Antonio Barbadillo, SA, la escritura preceptiva para la venta de Williams & Humbert (W & H), con lo que se termina el proceso administrativo del grupo de empresas y bancos expropiadas a Rumasa el 23 de febrero de 1983.Antonio Barbadillo pagará por la antigua bodega de Rumasa un total de 1.500 millones, de los que 400 son al contado y el resto se reparte en otros 400 millones, respectivamente, durante cada uno de los dos años siguientes y 100 en los tres ejercicios sucesivos, hasta completar la amortización en 1992. Rumasa, en su calidad de entidad vendedora, dispone del correspondiente aval bancario que asegura los pagos aplazados.

Asimismo, el comprador asume la totalidad de los pasivos bancarios contraidos por la empresa y que se sitúan en torno a los 3.200 millones de pesetas, así como también aquellas variaciones patrimoniales que se hayan podido producir desde finales del pasado año hasta la fecha de la escritura de compraventa. Por otro lado, Antonio Barbadillo se compromete a no efectuar ningún expediente de regulación de empleo ni a transferir las acciones durante un período mínimo de tres años.

La venta de Williams & Humbert fue aprobada por el Consejo de Ministros a finales del pasado mes de junio, después de que fuera necesario un segundo concurso de reprivatización como consecuencia de la espantada protagonizada por el primer adjudicatario de la bodega, el industrial venezolano José Álvarez Stelling.

A mediados de 1987, el Gobierno decidió la venta de Williams a la empresa Hispanoamericana del Sherry, creada ad hoc por iniciativa del mencionado empresario suramericano, propietario del Grupo Consolidado de Caracas, que controla en España el antiguo Banco Castro.

Después de adjudicarse la empresa, los teóricos propietarios de la misma trataron de modificar los términos de la oferta presentada. La negativa de Patrimonio provocó la negativa de Álvarez Stelling a formalizar la compra, sin que la Administración pudiera llevar a cabo ningún tipo de acciones legales que no fuesen la convocatoria de otro concurso.

Ahora, y una vez impuestas las correspondientes cautelas, la transmisión efectiva de la bodega supone el término de la reprivatización de Rumasa, proceso que, por otra parte, se encuentra todavía a expensas del debate parlamentario que tendrá lugar en septiembre sobre el informe realizado por el Tribunal de Cuentas. Hay que recordar además que una reciente sentencia del Tribunal Supremo ordenaba al citado Tribunal de Cuentas que se pronunciase sobre el resultado de la fiscalización de las cuentas originadas por el proceso de reprivatización.

A partir de ahora, Rumasa deberá afrontar tan sólo la reprivatización de algunos activos prodecedentes del antiguo holding de la abeja. Se trata en concreto del denominado Lago de Jerez, que da nombre a unas existencias de siete millones de litros de vino en Londres y la cuadra de caballos de Terry, situada en el Puerto de Santa María (Cádiz) y que alberga a un total de 150 ejemplares.

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