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Reino Unido sigue en recesión y se sitúa a la cola del G-7

El PIB cae un inesperado 0,4% en el tercer trimestre

Aunque la City había pronosticado que la economía británica crecería un 0,2% en el tercer trimestre de este año, poniendo fin a cinco trimestres consecutivos de recesión, las primeras estimaciones de la Oficina Nacional de Estadística se convirtieron ayer en un inesperado jarro de agua fría: el PIB del Reino Unido se contrajo un 0,4% entre julio y septiembre.

De esta manera, Reino Unido ha cumplido por primera vez desde la II Guerra Mundial seis trimestres consecutivos en recesión y acumula una contracción del PIB del 5,9% desde que empezó la crisis económica. La noticia fue recibida con desolación y también con cierta incredulidad en la City, con algunos analistas pronosticando que el dato será revisado al alza cuando se conozcan las cifras definitivas. Sin embargo, la libra retrocedió un 1% frente al dólar y los expertos creen que el mal dato significa que el Banco de Inglaterra tendrá que seguir inyectando dinero virtual en la economía. Eso significa que deberá aprobar un incremento sobre el paquete de 175.000 millones de dinero virtual con el que ha comprado bonos de los bancos en los últimos meses porque esa cifra tope se habrá superado a final de este mes.

Ni los planes de estímulo ni la caída de la libra permiten dejar atrás la crisis

La noticia supone un grave revés político para el Gobierno de Gordon Brown, que confiaba en que una eventual recuperación de la economía le permitiera mejorar sus expectativas en los sondeos electorales, que vaticinan una clara victoria del Partido Conservador en las elecciones de la próxima primavera. Con Alemania, Francia y Japón fuera de la recesión y Estados Unidos aparentemente también en crecimiento en el tercer trimestre, el Reino Unido se ha situado a la cola de las grandes economías del G-7. Y eso a pesar de los paquetes de apoyo a la reactivación y a pesar de la espectacular depreciación de la libra esterlina.

Aunque el ministro del Tesoro y canciller del Exchequer, Alistair Darling, afirmó ayer que él ya había dicho que el crecimiento no llegará hasta final de año, lo cierto es que la economía debería crecer un impensable 4% en el cuarto trimestre para que se cumpla su pronóstico de una contracción del 3,5% en el conjunto del año.

La subida de la Bolsa y la recuperación del segmento alto del sector inmobiliario empujaron a los analistas a pronosticar el final de la recesión, pero el pésimo comportamiento de los servicios (y en particular distribución, catering y hoteles) y de la construcción volvieron a dejar en evidencia a los economistas. Quizá los malos datos de producción industril en agosto y los de ventas al detalle en septiembre deberían haber sido una señal de que la economía iba a a seguir en recesión en el tercer trimestre. "Se ha destruido el mito de que Reino Unido estaba mejor preparado para la recesión", proclamó quizás con cierto placer el portavoz conservador del Tesoro, George Osborne.

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