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MERCADOS

La Reserva Federal acude en ayuda de la banca con grandes préstamos

Wall Street y el Ibex suben más del 3% tras la intervención de los bancos centrales

Aburridos y predecibles. Así han sido siempre los banqueros centrales. Pero eso se acaba: la Reserva Federal (Fed) de EE UU, el Banco Central, lideró ayer una rotunda intervención conjunta de cinco bancos centrales -entre ellos, el europeo- ante los tintes dramáticos que toma la crisis financiera. Con todas las alarmas encendidas en la banca, la Fed salió al rescate con una inyección masiva de liquidez para eliminar tensiones y abrió una nueva ventanilla para que los bancos puedan usar activos ligados a hipotecas, ante el deterioro de estos productos. Con un ojo puesto en futuras rebajas de tipos, las Bolsas respondieron con notables subidas en todo el mundo, encabezadas por Wall Street y el Ibex, que avanzaron más de un 3%.

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La crisis se dilata en el tiempo y, sobre todo, se intensifica. El capital riesgo y los hedge funds (fondos de alto riesgo) son las últimas incorporaciones a una larga lista de damnificados que se extiende como una mancha de aceite por el sector financiero, y que ha hecho diana en la banca. Marzo va a ser un mes muy duro para las entidades financieras estadounidenses, que empezarán a presentar resultados la semana próxima. La Fed, que ya dispone de esa información, se anticipó ayer a los problemas con una nueva demostración de fuerza.

Su máximo responsable, Ben Bernanke, decidió inyectar 200.000 millones de dólares (130.000 millones de euros) adicionales. Además, proporcionó a los bancos la posibilidad de dar salida a activos financieros dañados, que ahora mismo no quiere nadie ante la crisis del sector financiero. Esta medida suplementaria permite adquirir valores del Tesoro norteamericano con vencimiento a 28 días dejando como garantía activos hipotecarios tanto públicos como privados, muy contaminados por la espiral de las subprime, las hipotecas basura estadounidenses. "Es el paso más importante que ha dado la Fed en mucho tiempo", resumió David Resler, economista jefe de Nomura Securities.

Paralelamente, EE UU amplía los pactos con el Banco Central Europeo (BCE) y sus homólogos suizo, británico y canadiense para que las entidades de estos países que tengan activos hipotecarios en dólares puedan acudir a esa segunda línea de liquidez, hasta una cifra de 30.000 millones de dólares en el caso europeo. Además, el BCE pondrá a disposición de los bancos comerciales liquidez por valor de 15.000 millones.

Los 200.000 millones de la Fed se unen a los 100.000 millones anunciados el pasado viernes y al reguero de intervenciones iniciadas desde el pasado agosto tanto en Europa como en EE UU. A pesar de esas medidas, los mercados financieros vuelven a estar secos una y otra vez. No acaban de funcionar. El objetivo es que los préstamos sirvan para engrasarlos definitivamente.

El BCE reconoció ayer que las presiones en algunos mercados "han aumentado de nuevo", Tanto el comunicado de la Reserva Federal como el del eurobanco explicaban que desde las acciones coordinadas de diciembre de 2007, "los bancos centrales del G-10 han continuado trabajando juntos y consultando regularmente sobre las presiones de liquidez en los mercados".

A pesar de ese esfuerzo, la crisis dista mucho de haberse cerrado. Las reacciones de los analistas destacaban ayer la gravedad de la situación. "La Fed se anticipa a los malos resultados de la banca y asegura que la liquidez llegue a donde tiene que llegar, pero aún son necesarias nuevas rebajas de los tipos de interés. Son medidas de buena voluntad, pero todavía insuficientes ante la magnitud de los problemas", explicó Antonio Villarroya, jefe global de estrategia de tipos de Merrill Lynch, en Londres. "Son paños calientes para calmar la crisis bancaria, pero insuficientes para resolverla del todo", explicó José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, para quien "la crisis del crédito ha contaminado ya al resto de la economía estadounidense y ni siquiera la banca comercial está a salvo". "La tensión en los mercados está en máximos", cerró.

En las Bolsas se teme que esta acción coordinada a escala mundial sea la antesala de un empeoramiento. Los mercados apuestan por que el próximo martes se rebajen nuevamente los tipos norteamericanos (ahora en el 3%) entre 0,5 y 0,75 puntos. Al menos, las medidas extraordinarias anunciadas por los bancos centrales sirvieron para cambiar el signo negativo de las últimas semanas en las Bolsas mundiales. Con el petróleo por encima de los 105 dólares por barril y el euro rozando los 1,55 dólares, el Ibex se elevó por encima de todos los parqués europeos y firmó una subida del 3,1%. Wall Street avanzó el 3,5%, el mayor incremento en cinco años.

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