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Julián Sancristóbal controla el 90% de Marconi mediante un 'vendí' firmado a la vez que la compra

Julián Sancristóbal, ex director general de la Seguridad del Estado, controla el 90% de las acciones de Marconi Española, gracias a un "vendí" que se firmó simultáneamente a la operación de venta de la empresa por parte de su propietaria, Alcatel, a la gestora Prodenesa. La existencia de este documento, que "será depositado en el Ministerio de Industria una vez cumplimentados los trámites registrales", fue desvelada ayer por el director general de Electrónica e Informática, Julio González Sabat, siguiendo órdenes superiores, para "evitar más confusiones" sobre una operación que se ha mantenido oculta durante más de una semana.

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Todas las partes que han intervenido en la solución para Marcon¡, menos Gestiber, coincidieron ayer en afirmar que Sancristóbal goza "de plena confianza" y que su papel es clave para conseguir contratos en el Ministerio del Interior ("un mercado complicadillo", según alguna de las expresiones) y en tres países extranjeros, cuyos nombres no fueron facilitados "por prudencia", para los que se contaría además con el apoyo de créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo.El director general de Electrónica señaló como justificación que, aunque Sancristóbal fue director general de la Seguridad del Estado, "ahora es un ciudadano normal" y que tanto su nombre como el de Gestiber como gestores de Marconi, fueron propuestos por Alcatel.

Tráfico de influencias

A juicio de Antonio López, presidente de Amper, "Sancristóbal es un elemento positivo por razones de su anterior cargo, por la fiabilidad que ofrece y por su acceso a mercados difíciles como son los de las Fuerzas de Orden Público, los servicios secretos y los contratos internacionales. Hay que ser claros, esto es algo normal en el mundo de los negocios donde se va a la caza del que cesa y ex ministros en consejos de administración los hay a ríos". El responsable de Inisel, Eduardo Moreno, fue de la misma opinión, pues "estamos acostumbrados a que, en este sector, los ex ministros colaboren con las empresas".El tema del "vendí" fue explicado por el director general de Electrónica como una cautela de Industria para evitar que la sociedad gestora pudiera actuar sin control y para garantizar a la vez la supervivencia de Marconi. "Es una operación lícita", dijo, "pero desconozco si se ha utilizado antes en otro proceso de reconversión". Primero se planteó un "vendí" en blanco, que sería depositado en Industria. Según fuentes oficiales del ministerio, ese planteamiento no era viable por problemas legales. Al final, esa garantía de control ha quedado confiada totalmente en la persona de Julián Sancristóbal. Industria afirma que el destino lógico del "vendí" es no ejecutarlo nunca.

Por otra parte, Javier Undabarrena, propietario de Prodenesa, la sociedad instrumental que sustituyó a Gestiber, a última hora, como depositaria de las acciones de Marconi y encargada de poner en marcha un plan de viabilidad y buscar un socio extranjero que asegure su futuro, reconoció ayer que su entrada en la operación fue a través de Sancristóbal, con el que ha "colaborado antes en algún pequeño negocio".

Prodenesa apareció en el último momento, una vez que Gestiber se negó a la firma el pasado día 17. Julio González Sabat declaró ayer que aún no sabe el por qué de esa retirada, que se ha mantenido oculta más de una semana. La sustitución por Prodenesa fue considerada normal, ya que su misión es sólo cumplir de intermediaria hasta que se encuentre el socio extranjero.

Pequeña cadera

Prodenesa (Promotora de Negocios) es una sociedad instrumental creada en 1984, según manifestó ayer Javier Undabarrena, que no recuerda con precisión la fecha en que la adquirió ("en 1985 o 1986), y que cuenta con una cartera de negocios pequeña: "El asesoramiento en el reflotamiento de Spantax y alguna otra participación que prefiero no mencionar".Sin embargo esta sociedad parecía bastante decanocida para todos los presentes -con excepción de su propietario en la conferencia de prensa celebrada ayer en el Ministerio de Industria (el director general de Electrónica, Julio González Sabat, y los presidentes, respectivamente, de Standard, Miguel Ángel Canalejo; de Amper, Antonio López, y de Inisel, Eduardo Moreno). En repetidas ocasiones se refirieron a ella denominándola como Pronemesa, Prodemesa o Promenesa.

Su papel hasta ahora ha sido pagar una peseta, que ha sido el precio de venta de la operación de Marconi. Sus emolumentos de gestión están aún por precisar, aunque se contemplan extras en el caso de que su gestión culmine con éxito o de que contribuya a la captación de contratos. Prodenesa -sólo aparentemente, por el "vendí" en poder de Sancristóbal- ostenta el 90% de las acciones, mientras que Amper e Inisel tienen un 5% cada una. El proyecto es ampliar el capital a 10 millones de pesetas.

La viabilidad de Marconi, que absorberá 300 o 400 trabajadores de los 1.270 que tenía la compañía, depende de "los contratos cautivos de material defensa" y del socio extranjero, que tiene que ser aceptado por los tres accionistas. Si el futuro es claro y el socio lo acepta, Amper e Inisel tienen la intención de extender su participación al 25,5% para asegurarse entre las dos la mayoría. El plazo para conocer su viabilidad es de tres o cuatro meses, según estimó ayer Eduardo Moreno, para quien, en caso contrario, no habrá "más solución que enterrarla".

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