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Sarkozy anuncia para otoño la reforma del sistema de pensiones

El Gobierno francés quiere retrasar la edad legal de jubilación, fijada en 60 años

Antonio Jiménez Barca

A juicio del Gobierno francés, el actual sistema de pensiones galo peligra. Y para que no se despeñe, el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, ha prometido una reforma en otoño. En septiembre, el Gobierno enviará un proyecto de ley a la Asamblea Nacional. Así se lo comunicó ayer Sarkozy a los representantes de los sindicatos y de la patronal en una reunión en el Palacio del Elíseo destinada, sobre todo, a establecer el calendario de discusiones pertinentes antes de redactar el texto final.

Actualmente, los trabajadores franceses pueden jubilarse a partir de los 60 años. Ahora bien, para que un asalariado obtenga el equivalente a la pensión máxima, debe trabajar durante 40 años. Eso explica que la media de las jubilaciones de Francia se sitúe en los 62 años. El Gobierno de Sarkozy, según varias filtraciones aparecidas hace semanas, piensa en dos soluciones: retrasar la edad legal de la jubilación o alargar la cantidad de años necesarios para cobrar la pensión máxima. O ambas. Ninguna le gusta a los sindicatos. Por lo pronto, Sarkozy, ayer, no dio ninguna pista. Sólo pidió una acción urgente.

"Si queremos salvar nuestro sistema de pensiones, no podemos esperar más", aseguró tras la reunión. "Así, su futuro será regulado a partir del otoño. Para ello, el Gobierno se reunirá con los agentes sociales en abril y en junio. Y en julio y en agosto si es necesario. Pero a lo largo del mes de septiembre, haremos frente a nuestra responsabilidad", añadió. La idea es concluir el cometido "antes del final de 2010".

El presidente de la República aseguró que no aceptará que la reforma "quiebre el modelo del reparto" y que "disminuya el montante de las pensiones".

En un principio, se especulaba con que Sarkozy anunciaría una reforma más rápida, antes del verano. Pero, según la oposición, la cercanía de la convocatoria de unas elecciones regionales en marzo le ha disuadido.

El Partido Socialista (PS) considera que Sarkozy ha desplegado "una cortina de humo" con tufo electoralista, que en el fondo ya tiene todo decidido y que el pretendido diálogo social no pasa de postura de cara a la galería. "Exigimos al Gobierno francés que no se preste a una pantomima de concertación y que respete a los distintos agentes sociales", aseguró ayer el portavoz del Partido Socialista francés, Benoît Hamon.

Los sindicatos -que ya se movilizaron en primavera de 2008 por la misma cuestión- prefieren esperar a que las propuestas afloren y de momento criticaron las prisas del jefe de Estado. "Las cosas van a ir, en cualquier caso, relativamente rápido, así que no perdamos tiempo" en movilizar a los asalariados, avisó, premonitorio, el secretario general de la CGT, Bernard Thibault, quizá basándose en anteriores negociaciones.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ayer en París.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ayer en París.REUTERS

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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