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Seat espera otros dos años más de números rojos

El fabricante pierde 311 millones en 2010, un 8% menos, por el recorte de la demanda en España.- Los modelos Ibiza y León se venderán en China en 2012

De hijo enfermo a hijo que necesita esforzarse. Si Volkswagen habló el año pasado de Seat como un "hijo enfermo" para el que iba tomar medidas, ahora la marca ha mutado en "la filial española que tendrá que luchar" contra las dificultades dentro de su propio mercado, según las palabras utilizadas por el director financiero del grupo, Hans Dieter Pötsch, en la presentación anual de resultados. La filial española del grupo alemán cerró en 2010 su tercer año seguido en números rojos, perdió 311 millones de euros (un 8% menos que en el ejercicio anterior), y no prevé abandonar los resultados negativos hasta 2013.

El tirón de los modelos León y Altea ayudaron a mejorar las ventas de la marca, tanto en número de vehículos como en ingresos, pero no fue suficiente para compensar las inversiones en desarrollar los nuevos modelos y la caída del mercado español en la segunda mitad del año, cuando terminaron las ayudas públicas a la compra de coches y subió el IVA. Aun así, por primera vez en 31 años, lideró las ventas en su casa. En conjunto, la marca colocó un 12% más de vehículos en el mercado, hasta 345.000 unidades, y la facturación mejoró un 10,4%, hasta los 5.038 millones de euros.

Fue, de nuevo, la marca con peores resultados del grupo alemán, pero Volkswagen confía la recuperación de su hijo español al lanzamiento de cuatro nuevos modelos en un solo año (2012) y la entrada en el gigantesco mercado de China. De momento, la presentará en sociedad en el salón del automóvil de Shanghai el próximo abril con el objetivo de comercializar Ibizas y Leones a partir del próximo año. "Es un mercado emergente para una marca como Seat, ahora es el momento adecuado, hay un público que puede comprar estos modelos", ha apuntado James Muir, presidente de la filial, tras la presentación en Wolfsburg, cuyo viaje de prensa ha sido costeado por VW.

Muir ha destacado también el éxito del mercado mexicano (pese a la bajada de 2010 por el fin del modelo Córdoba) y se ha mostrado en que este enclave se convierta en el futuro "en una buena plataforma" para la expansión en América Latina.

La producción del modelo Q3 para Audi, que comenzará en primavera en la fábrica de Martorell con unas 100.000 unidades, también inyectará energía, pero Francisco Javier García Sanz, director de compras de VW, ha dejado claro que "por sí solo no es suficiente, el entorno en España es muy difícil, con una caída de las ventas del sector del 40% (de particulares) en febrero". El presidente de Audi, Rupert Stadler, ha rechazado tras la pregunta de un periodista que esta fabricación en España constituya una "ayuda" para Seat, sino que la factoría se adjudicó esta producción en un concurso y que el resultado es beneficioso para ambas marcas.

Las pérdidas de Seat y de la marca de lujo Bentley contrastan en el consorcio Volkswagen, que cerró un 2010 de récord, con un beneficio de 7.200 millones de euros, ocho veces los 911 millones de 2009, y un incremento de la facturación del 20,6%, hasta casi los 127.000 millones de euros, gracias al impulso de nuevos modelos una férrea disciplina de costes. Las filiales Volkswagen, Audi, Skoda y Scania vieron multiplicados sus resultados operativos. En total, se vendieron 7,2 millones de coches del grupo, un 15% más.

El patrón del grupo ha sacado pecho por la gran industria. "Antes de la crisis financiera, muchos vieron la industria del automóvil como parte de la vieja economía, y ahora esa vieja economía nos ha mostrado que es vital, muestra de la fortaleza alemana", ha recalcado Martin Winterkorn. Hasta 2015, el grupo invertirá 53.500 millones de euros en todo el mundo, además de 10.600 adicionales en China. Y hasta 2018, calcula que habrá creado hasta 50.000 nuevos empleos.

Los directivos también recogieron los frutos del año. La retribución del consejo de dirección, entre bonus, fijo e incentivos de largo plazo, se duplicó de 18,7 a 36,6 millones de euros.

Línea de montaje de Seat en la fábrica de Martorell.
Línea de montaje de Seat en la fábrica de Martorell.MARCEL·LÍ SÀENZ

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